LA VILA JOIOSA. El Ayuntamiento de la Vila Joiosa sigue avanzando en la conversión en museo al aire libre de las termas de Allon y su integración urbana. Para ello, han iniciado la contratación de la tercera fase del su Plan Director, que consiste en la instalación de la cubierta para proteger los restos arqueológicos. Una actuación que cuenta con un presupuesto de 1,2 millones de euros, aunque en su gran parte financiados con ayudas supramunicipales.
La puesta en valor de este yacimiento cuenta con seis fases, de las que se quiere ejecutar ahora la tercera. Su primera intervención se centró en las labores de limpieza y preparación del solar; la segunda fue la actuación arqueológica previa a la protección. Las siguientes fases a la actual, la construcción de la cubierta para su conservación, serán el desenterramiento de los hallazgos, su consolidación y por último, la conversión en museo para uso público.
La cubierta tiene como objetivo proteger el yacimiento de Allon para preservar su duración, a la vez que pretende resurgir un espacio verde dinamizador que comunica dos arterias importantes de la ciudad. La estructura consiste en una cubierta horizontal aproximadamente rectangular, con dimensiones máximas en planta de 36 x 41 metros. Se pretende cubrir una superficie total de 1.203 metros cuadrados. Hay que tener en cuenta que los restos a día de hoy están enterrados a modo de conservación una vez fueron descubiertos en 2006. Por lo que la cubierta permitirá reanudar las labores arqueológicas para desenterrarlas con seguridad.
A su vez, en un futuro la idea es que la edificación se pueda destinar a fines culturales, con apertura al público para su acceso y visita al yacimiento. La actuación cuenta con financiación externa, unos 600.000 euros de fondos Next Generation y en el marco del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino del municipio que concede la Generalitat. Y otros 400.000 euros de la Diputación de Alicante. El resto correrá a cargo del Ayuntamiento. El plazo de ejecución es de seis meses.
Las Termas Imperiales de Allon es un complejo termal considerado uno de los yacimientos más monumentales de la provincia de Alicante, tanto por su estado de conservación como por su extensión. Además, supuso un cambio sustancial en las teorías planteadas en cuanto a la ubicación de la ciudad romana de la Vila. Fue construido entre finales del siglo I d. C. y a lo sumo la primera década del siglo II d. C. Se trata de un edificio de carácter público, tanto por sus dimensiones y tipo de construcción como por su ubicación dentro del contexto arqueológico actual de la localidad.
Según relatan las investigaciones, el momento en que se erige el complejo balneario corresponde a un periodo álgido de desarrollo urbano de la ciudad romana de la Vila, relacionado con la concesión de la categoría jurídica de municipium con el edicto de Vespasiano (73/74 d.C.), como así lo atestigua el pedestal honorífico de Quinto Manlio Celsino (CIL II, 3571), que hoy forma parte de los fondos de Vilamuseu. El edificio podría ser resultado de una acción evergética en conexión con los bien conocidos procesos de acceso a la ciudadanía romana por medio del desempeño de magistraturas municipales que deberían explicar, al menos en parte, el florecimiento edilicio que se produce en la urbs de Villajoyosa y en el resto de Hispania a finales del siglo I d. C.