ALICANTE. Ya no queda ni el tiempo de descuento. La promotora valenciana Nou Temple, acusada por varios acreedores de incumplir el calendario de pagos al que se comprometió cuando se aprobó el convenio en 2010, ha logrado llegar al vencimiento del convenio (ocho años para cada una de las tres mercantiles que formaban el grupo concursado) sin que ninguno de los tres incidentes de incumplimiento presentado por dichos acreedores, muchos de ellos relacionados con las promociones inacabadas en la provincia de Alicante, haya prosperado.
El último se sustanció la semana pasada en el juzgado de lo Mercantil número 1 de València, según fuentes judiciales, en relación a la mercantil Grupo Temple, Obras, Proyectos y Desarrollos Urbanísticos SLU. De las tres concursadas, esta es contra la que se dirigía el grueso de la reclamación, cerca de 1,2 millones de euros. Las otras dos mercantiles (Promociones Nou Temple SLU y Temple Servicios Inmobiliarios SLU) salvaron las peticiones de liquidación por el quantum reclamado, poco significativo en relación a la deuda total, y porque consignaron la cantidad reclamada justo antes de celebrarse las respectivas vistas.
En este caso, según las mismas fuentes, la empresa no ha depositado en las cuentas del juzgado la cantidad reclamada, mucho mayor, antes de celebrarse la vista. Sin embargo, esta se llevó a cabo con el calendario del convenio vencido, dado que los ocho años se cumplieron al finalizar el mes de abril. No obstante, el juzgado aún tiene que dictar sentencia en la que confirme el cumplimiento, y para ello la promotora de Vicente Flames debería acreditar que ha cumplido con los pagos, circunstancia que según los denunciantes no se ha dado.
En el incidente de incumplimiento de esta última mercantil estaban representadas una decena de empresas y autónomos, que trabajaron en la promoción inacabada de Nou Temple en Els Poblets. Asimismo, al contrario que en los otros dos incidentes, también estaba personado el fondo Aiqon Capital, que adquirió a Catalunya Caixa los fallidos de la promotora de Flames. Los denunciantes defendieron ante el juez que la empresa no ha acreditado el pago a ninguno de los acreedores no personados, y que en el caso de los sí personados, solo han cobrado el primer pago aplazado.
La única promoción que tenía por desarrollar Grupo Temple, Obras, Proyectos y Desarrollos Urbanísticos SLU es el residencial San Marcos, en Els Poblets. Dieciocho viviendas cuyas obras están paralizadas desde finales de febrero de 2008, cuando la promotora se declaró en concurso y que no se reactivó ni siquiera durante la fase común del concurso. Este activo, además, está afectado por una ejecución hipotecaria desde 2013, tramitada en el juzgado de Primera Instancia número 5 de Denia, al tiempo que figura sobre la edificación en curso un embargo cercano a los 700.000 euros (según la lista de morosos de la Agencia Tributaria, además, esta mercantil en concreto adeuda a Hacienda 3 millones de euros).
La representación letrada de la empresa defendió en la vista, como en las dos anteriores, que la promotora sí está cumpliendo en la medida de sus posibilidades el convenio. Asimismo, lamentó que las denuncias de los acreedores han afectado a sus negociaciones con fondos de inversión para venderles las promociones inacabadas, tal como contó este diario. Una operación que permitiría afrontar los impagos que reclaman el resto de acreedores.
En cualquier caso, una vez cumplidos los ocho años del convenio para cada una de las tres mercantiles concursadas del grupo (el de Temple Servicios Inmobiliarios SLU se cumple el viernes), llega el momento de que la concursada justifique a quién ha pagado y a quién no en el marco del concurso al que se acogió en 2008.