ELCHE. Este viernes el equipo de gobierno se reunía con los vecinos del barrio de Porfirio Pascual, más conocido colectivamente como 'La Rata', para presentarles su propuesta para captar fondos europeos Next Generation que van dirigidos a mejorar la eficiencia energética en comunidades de propietarios. Sin embargo, con el pretexto de lograr la misma, el bipartito ha planteado también la renovación integral del mismo que consistiría en rehabilitar elementos estructurales de los bloques, así como la instalación de ascensores, entre otras cuestiones. Asimismo, los propietarios tendrían que aportar también una pequeña parte del proyecto, cercano a los 10 millones de euros, que serían unos 9.000 euros aproximadamente por vivienda. Algo que la asociación de vecinos ve viable, y confían en que esta promesa se constante en hechos.
De esta forma, el Ayuntamiento, con el beneplácito de la conselleria de Vivienda, que lo ha fijado como prioritario, quiere lograr una mejora "sustancial" en las 400 viviendas repartidas en 18 bloques. Los fondos europeos financian para esta intervención un máximo de 8 millones de euros, de los que el resto los pagarían los vecino en la mencionada cantidad, y a aquellos que muestren situación de vulnerabilidad, se les financiará el 100% de su parte. Se encargará de entregar el proyecto Pimesa, que ya estaba trabajando en él y tiene experiencia en actuaciones inmobiliarias similares como la renovación de San Antón. La memoria se deberá presentar entre finales de marzo y principios de abril a la Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, que es la que canalizará estas subvenciones.
En este sentido, aunque las ayudas eran sobre todo para la eficiencia energética, el portavoz Héctor Díez explica que "para lograrla es parte necesaria la renovación estructural, muchas cubiertas tienen goteras y no hay aislamiento térmico, los bloques tienen ventanas de madera…". El propósito es que las viviendas reduzcan un 30% el consumo energético y por ello se aprovechará para estas actuaciones. Se renovarán también pilares, fachadas y se reurbanizará el entorno con zonas ajardinadas, y aprovechando esto último se renovará alcantarillado. Aunque lo más relevante o al menos impactante será la instalación de ascensores externos porque en el interior es inviable. Se ampliarán las aceras para instalar las plataformas, "aunque en cada edificio será diferente según la pendiente, es difícil", observa el edil.
Ahora el paso es que en el próximo mes se reunirán en el Ayuntamiento los vecinos en tres grupos por separado para escuchar necesidades, ya que en cada edificio hay varias comunidades. En algunas se han hecho reparaciones por su cuenta y en otras ha habido problemas con elementos comunes, como el caso de un apuntalamiento reciente. Por parte de los vecinos la idea suena bien, como reconoce el presidente de la asociación Juan Antonio Curiel. "La propuesta se ve bien porque tarde o temprano teníamos que pagar arreglos aquí, así que si hay ayudas pues mejor". Eso sí, espera que no se quede tan solo en palabras, "haciendo esta restauración los edificios aguantarían mucho más", señala, indicando que en todo caso habrá que esperar a las reclamaciones que puedan poner encima de la mesa los vecinos con el proyecto, aunque cree que la parte que hay que aportar por propiedad es asumible.
También tiene un piso en San Antón de los nuevos y hace paralelismos en referencia a quien no pueda hacerse cargo de esta inversión: "Supongo que nos darán facilidades para pagar como en San Antón con la diferencia entre el viejo y el nuevo piso". Sí que apunta que no les habían avisado con tiempo de la propuesta, ya que en tan solo un mes o algo más habría que presentar la iniciativa para absorber los fondos, "pero en el punto en el que estamos, hay que actuar y mejor arreglar que tirar las viviendas. Tampoco pedíamos que nos dieran nada gratis, pero si hay subvenciones, para eso están".
Solo quedaría por tanto sondear al resto del vecindario para ver si está de acuerdo y qué coste tendría que asumir el Consistorio de entre las 400 viviendas. Finalmente la presión y el olvido del barrio durante años ha hecho que el bipartito se haya decantado por esta renovación. La otra alternativa, también en Carrús era para las casas del Grupo San Agatángelo, en la calle Ginés García Esquitino, en el entorno del 1 de Mayo. En este caso se tratará de una obra de envergadura que a priori se realizará porque está marcada en rojo para la Conselleria de Vivienda. Una visita en la que el alcalde ha aprovechado también para vender las bondades de la otra actuación de Carrús Este, la de la pasarela volante.