ELCHE/VEGA BAJA. Aunque era un secreto a voces, se daba por hecho que la ilicitana Mireia Mollà sería la primera política de Elche en llegar a consellera del gobierno de la Generalitat. El pasado 16 de junio se confirmaba, y lo hacía junto a la sorpresa relativa de otra ilicitana, Carolina Pascual, independiente fichada a propuesta del PSPV, que ostentará la cartera de Innovación y Universidades. Respecto a la líder de Compromís, como estaba previsto, ha quedado al cargo de la Conselleria de Medio Ambiente, un puesto esperado ya que por un lado aspiraba a más que a quedarse en Elche después de los malos resultados de la coalición, con una correlación de fuerzas con respecto a los socialistas ilicitanos que le da a la formación poco margen, lo que sabía a poco para sus aspiraciones. Además, en Iniciativa tampoco tenían muchos perfiles femeninos para la primera línea, que era lo que buscaban. Y Mollà da ese perfil, además de estar curtida en el 'cuerpo a cuerpo' en Les Corts. Junto a Pascual, dan una considerable representación a Elche en el Consell, aunque tienen varios retos por delante, más o menos peliagudos, que gestionar.
Medicina en la Universidad de Alicante e innovación ‘repartida’
Sobre esos retos y objetivos, Carolina Pascual tiene por delante varios asuntos importantes en la provincia que gestionar. El primero de ellos, el de esclarecer qué pasará con la carrera de Medicina que la Universidad de Alicante (UA) quiere implantar en su campus. Una titulación que se imparte actualmente en la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, en Sant Joan, y que supone la joya de la corona. Lleva tiempo siendo motivo de controversia cuando la UA ha amagado con intentar impartirla, ya que es una de las más demandadas y que mayores ingresos y prestigio reporta. Supondría el mismo título en 22 kilómetros —menos si se tiene en cuenta la ubicación física del campus—. Una duplicidad que el nuevo rector de la UMH, Juanjo Ruiz, rechaza, y se apoya en que el colectivo de estudiantes nacional está “totalmente en contra de que se pongan más titulaciones y facultades de Medicina, los Decanos de Medicina también…”.
Sin embargo, el hipotético grado en la UA ya cuenta con el visto bueno de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), como señalaba este medio y de la Agencia Valenciana de Evaluación y Prospectiva, dependiente de Educación. Pero para que haya luz verde faltan también otras autorizaciones que pueden ser determinantes, como la de la Conselleria de Sanidad, para resolver la cuestión de las prácticas del futuro alumnado, y el permiso de la Secretaría Autonómica de la Universidades, que está supeditada a la Conselleria de Innovación; es decir, en las manos de Pascual.