ELCHE. La soledad, el paso del tiempo, la crisis y las viejas tradiciones son los ingredientes con los que la fotoperiodista Maria José Delgado elabora su menú de imágenes de distintos espacios urbanos. Seis series: Reflexiones al final del camino, castizo y solera, perennidad, prisioneras, culto y devoción y recursos humanos, de las cuales una muestra representativa llega al Espai Cultural Obert (ECO) del edificio Altabix del campus de Elche de la UMH, con el título colectivo Urbanitas, donde se podrá visitar hasta el 12 de junio, bajo el paraguas del Vicerrectorado de Cultura y Extensión Universitaria de la Universidad Miguel Hernández (UMH).
Al mismo tiempo, la autora de Baza, afincada en Elx, mantiene en marcha el recorrido de su exposición Sin miedo, un crudo y esperanzador retrato de la lucha contra la leucemia, desde la mirada filtrada del fotógrafo y desde la experiencia en primera persona. “Durante el tratamiento, en esos pasillos no había absolutamente nada; solamente nos veíamos la gente que estábamos ingresada. Entonces no llegábamos a conocer a nadie que hubiese vencido a la enfermedad”, esta alienación como paciente le hizo sentir la necesidad de retratar esa primera persona, esa empatía necesaria a través de los rostros de los compañeros de viaje, cuya primera parada, en exposición permanente, fueron los pasillos del Área de Hematología Clínica de La Fe de València.
¿En qué momento surge la chispa, la necesidad, de documentar el camino de la recuperación?
La necesidad de documentar el camino de la recuperación surge cuando has vivido una experiencia difícil y compruebas las necesidades y carencias que existen en un hospital en lo referente al aspecto emocional, así que decidí aportar mi granito de arena y darle vida a los pasillos de aislamiento; en un principio no sabía muy bien cómo enfocarlo pero, con los conocimientos que adquirí en una asignatura de Periodismo y después de haber visto los efectos tan positivos que habían tenido dos proyectos sociales que promoví a favor de otras asociaciones ("Mírame a los ojos" o "Catorce luces y una sombra"), el trabajo "Sin miedo, retratos y testimonios" cobró forma y con la financiación de ASLEUVAL (Asociación para la Lucha contra la Leucemia de la Comunidad Valenciana), pude llevarlo a cabo.
¿Se puede ser fotoperiodista de tu propio barrio?
Sí que se puede ser fotoperiodista de tu propio barrio, de hecho, si lo conoces es como mejor puedes trabajar. Si no es así, no sabrías cómo enfocarlo
¿La cámara es mucho más que un ojo, para un fotoperiodista?
La cámara es el ojo de un fotoperiodista, y es más cuando has conseguido congelar ese momento que tu ojo ha visto.
Con "Urbanitas", ¿nos encontramos ante un proyecto cerrado o ante un proyecto en marcha?
"Urbanitas" es un proyecto abierto, cada serie se va ampliando. Por ejemplo, con la serie "Castizo y solera" me gustaría agrupar todas las fiestas y tradiciones de España que lejos de desaparecer han ido tomando fuerza con el paso del tiempo. O con la serie "Prisioneras", en la que busco esa mirada o situación que refleja a la mujer atrapada por la rutina del trabajo o por las obligaciones impuestas por una sociedad sexista y clasista.