ELCHE. Al Mercado Central aún le queda cuerda para rato, y tal y como se esperaba, acabará siendo un tema central en la campaña electoral de mayo, ligado a la problemática del centro que ya ha provocado las primeras movilizaciones serias de comerciantes, vecinos y patronal. En este sentido, el edil de Urbanisom José Manuel Sánchez, recuerda que además de la demora de las actuales catas en el centro —un retraso por el que ha solicitado un informe para conocer el motivo—, aún quedan las cuartas excavaciones, tal como adelantó la directora general de Cultura Carmen Amoraga a este medio —aunque se refería si se derrumbaba el edificio—.
Por tanto, el suelo que a día de hoy se encuentra levantado junto al viejo inmueble, no pertenece a la última fase. Como ya se había mencionado en anteriores ocasiones —sin embargo de un tiempo a esta parte se ha estado contando las actuales eran las últimas intervenciones—, aún queda por excavar la parte que hay entre los Baños Árabes y la fachada del edificio, así como parte de su interior. Sin contar que aún quedan parte de los Baños Árabes por descubrir, la leñera y uno de los laterales.
Sobre esta ya infinita demora, Sánchez recuerda que cuando se hizo la encomienda de gestión a Pimesa para las catas de los Baños Árabes, hasta que finalizaron las mismas con su informe, pasaron sólo dos años. Ahora, "como la extensión es mucho mayor y el mercado está cerrado", la sensación de lentitud es más notoria, explica el edil. También apunta que Alebus, la empresa de las catas, solicitó un plazo de 11 meses para la tercera fase de las excavaciones, es decir, prácticamente otro año. En cualquier caso, para cubrirse las espaldas, el concejal recuerda que hay un plan de trabajo aprobado por Conselleria de Cultura, quien tiene las competencias en materia de patrimonio.
Por último, sobre la situación de los restos encontrados y su falta de adecuación, así como de las plantas invasoras, Sánchez vuelve a mirar a Cultura, e indica que el 20 de agosto ya solicitaron la cubrición de material geotextil o de tierra de los restos, de forma que después se pudieran volver a sacar a la superficie, con vistas a que ocurrieran algunos de los problemas que ahora resaltan: suciedad y falta de protección ante lluvias o el nacimiento de plantas entre las grietas de los restos.