NOVELDA. La bodega de noveldense Casa Sicilia ha acogido este miércoles, 15 de septiembre, la visita de los más de cincuenta sumilleres que han participado en la asamblea general de la Unión de Asociaciones Españolas de Sumilleres (UAES), celebrada esta semana en Elche, en la que el grupo Vectalia ha colaborado en su organización.
El enólogo de la bodega, Sébastien Boudon, les ha sorprendido con una cata vertical de los vinos elaborados con garnacha. A través de una cata vertical, ha dado a conocer a los sumilleres distintas añadas de dos de los vinos más laureados de la bodega Casa Sicilia. El Cesilia Rosé Réserve y el Cesilia Garnacha han sido los vinos catados por los especialistas en los jardines de la bodega, así como el Ad Gaude blanco, un vino elaborado con cepas de albariño cultivadas en tierras alicantinas. Los sumilleres luego han realizado una visita guiada por la finca y por las instalaciones de la bodega de Novelda.
La UAES cuenta con más de cuatro mil sumilleres en toda España, de los cuales, más de un centenar pertenecen a Asociación de Sumilleres de Alicante (Aseca). Durante los tres días que ha durado la asamblea, los participantes han visitado bodegas de la zona y han celebrado un showroom con la participación de todas las bodegas incluidas en la D. O. Alicante en el hotel El Huerto del Cura, sede de la asamblea, al que estuvieron invitados sumilleres profesionales y prescriptores y profesionales del sector hostelero de la provincia de Alicante.
La garnacha es una uva autóctona de Alicante perfectamente adaptada al rudo clima alicantino. La vendimia de esta variedad se efectúa a mano y a primera hora de la mañana, en cajas de quince kilos. Perforadas, permitiendo respetar al máximo la calidad e integridad de la fruta. Tanto el Cesilia Rosé Réserve como el Cesilia Garnacha son dos monovarietales de la garnacha tinta. Color rosa pálido, limpio, brillante y cristalino, el Cesilia Rosé Réserve es un vino de producción limitada que en nariz exprime sutiles aromas florales, que evolucionan hacia notas de melocotón y albaricoque. La boca es fresca, delicada, con una buena amplitud, donde encontramos los mismos recuerdos de fruta de hueso, con un final cítrico y especiado. Es untuoso, muy amplio, con sensaciones frescas que refuerza su dinamismo, tiene un final largo y agradable.
Por su parte, el Cesilia Garnacha destaca por su color rojo cereza de capa media-baja con ribete rubí que denotan su juventud. Con una nariz franca e intensa de frutas rojas, fresas y ciruelas y una boca elegante y fresca, equilibrada, con recuerdos de frutas fresca. El vino presenta un largo recorrido y nos deja una boca fresca y untuosa.
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