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Una buena noticia 

12/05/2019 - 

La energía es uno de los vectores que determinan el desarrollo de nuestra sociedad y uno de los principales factores de competitividad de la economía y de cada una de las empresas. España necesita una política energética que garantice el suministro, la eficiencia y la sostenibilidad, y que permita a las empresas competir en condiciones de equilibrio con las empresas de nuestro entorno. Y que esa política ofrezca la seguridad jurídica necesaria para hacer viables las decisiones que en materia energética son siempre a largo plazo sobre sistemas lo más flexibles posible, que adecuen los costes energéticos a las necesidades reales de las empresas.

Y si esa energía es limpia, procedente de fuentes renovables y, además, más eficiente que la procedente de combustibles fósiles, estaremos siendo consecuentes con el principio de contribuir al bien común que debe ser un objetivo irrenunciable de todas las empresas.

En este sentido, merece la pena una breve reflexión sobre la energía solar fotovoltaica, fuente de energía que produce electricidad de origen renovable, obtenida directamente a partir de la radiación solar, en línea con las conclusiones que recogía este periódico de la jornada sobre “La autosuficiencia energética: energía fotovoltaica y tecnología”, desarrollada recientemente en Torre Juana.

Debido a la creciente demanda de energías renovables, la fabricación de células solares e instalaciones fotovoltaicas ha avanzado considerablemente en los últimos años a la vez que ha mejorado sensiblemente sus costes como consecuencia de la investigación y de las economías de escala obtenidas por el incremento de la producción.

El aspecto crítico de esta cuestión es el denominado autoconsumo fotovoltaico, que hace referencia a la producción individual de electricidad para el consumo propio, a través de paneles solares fotovoltaicos.

Esta práctica puede ser llevada a cabo por individuos, familias, empresas, centros públicos, comunidades de vecinos, etc., con una reducción relevante en sus costes de producción.

Un obstáculo al autoconsumo es la intermitencia de la generación de electricidad a partir de la energía solar que, por ejemplo, no podría generar electricidad de noche o en días sin sol, aunque en el caso de sistemas de autoconsumo conectados a red esto no es mayor problema si el país dicta normas que regulen un suministro eléctrico con balance o facturación netos, lo que ha sido el principal obstáculo al autoconsumo en España, ahora corregido por el Real Decreto 244/2019 de 5 de abril, que regula el autoconsumo y la facturación neta, y cuyos primeros pasos se dieron el pasado año con la derogación en Octubre de 2018 del llamado “impuesto al sol” establecido en Octubre 2015, según el cual aquellas personas con instalaciones renovables para el autoconsumo debían pagar una cuantía por la energía generada y consumida en su propia instalación para contribuir al mantenimiento del sistema eléctrico.

La modalidad de suministro eléctrico con balance neto o de facturación neta es un sistema de compensación de saldos de energía (o saldos económicos por cesión de energía a la red y captación de energía de la misma) que permite verter a la red eléctrica el exceso producido por un sistema de autoconsumo con la finalidad de poder hacer uso de ese exceso en otro momento.

Estamos, por tanto, en una nueva situación energética que facilitará a los consumidores, y muy especialmente a los empresarios, la apuesta por las energías renovables, especialmente por la energía solar fotovoltaica, tanto en sus propias instalaciones como, en el caso de empresarios vinculados a la promoción y construcción inmobiliaria, la instalación de paneles solares para abastecimiento de viviendas individuales alejadas o no de la red eléctrica, como para edificios de viviendas, que es la forma más habitual de vivienda en España.

La seguridad jurídica, como apuntaba al principio de este artículo, es fundamental en todas las actividades humanas y lo es de manera fundamental en los negocios, por lo que no tengo dudas de que con esta nueva legislación se incrementará de forma muy importante el desarrollo de energías limpias y eficientes, integrando de manera más clara el compromiso económico, social y medioambiental en la estrategia de las empresas.

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