el sur del sur / OPINIÓN

¿Un Valenzuela de guante blanco?

26/10/2018 - 

Tradicionalmente, la Noche de la Economía Alicantina se ha convertido en eso, el despecho alicantino. Entonces, había una persona, como fue Antonio Fernández Valenzuela, con carné del PSOE, que le cantaba las cuarenta al dirigente de turno que se presentara, fuera de su partido o del enfrente. Entonces, sólo había dos. El anterior presidente, José Enrique Garrigós, también reivindicó, pero tuvo que hablar más con la nariz tapada que otra cosa: primero, por los casos de corrupción que azotaban a aquellos que lo pusieron al frente de la Cámara de Comercio y segundo, porque el gigante financiero de la provincia, la CAM, la esquilmaron entre todos a base de créditos inmobiliarios sin garantías o para financiar los delirios de grandeza de los políticos de turno.

Riera estuvo el año pasado reivindicativo, como todos, pero muy cauto: estaba en funciones y era candidato a ser presidente de la Cámara. Este año se ha destapado. Con razón en muchas cosas, pero con peligro en otras, como solapar su discurso no con el centro-derecha liberal, que sería lo lógico, sino con el del Partido Popular y además, dar la sensación de que el origen de todos los males de Alicante y de su provincia son Ximo Puig, y el Gobierno "centralista" de València. Respetable, pero romántico. De otra época. Si uno analiza el discurso de Juan José Sellés en su acceso a la presidencia de Uepal es muy parecido. Nostálgico. En la reivindicación de financiación e infraestructuras tienen toda la razón; es posible que todos los partidos políticos y la mayoría de la sociedad coincida con ellos. Pero el gran error de algunos de empresarios es plantear la cosas como si todavía estuviéramos en el bipatidismo de los años 90. Y no, hoy ya no hay bipartidismo, la crisis económica, además de muchas empresas y muchas personas, se ha llevado por delante a los partidos tradicionales, y muchos de los consensos. Todo está en discusión, hay que ceder para que una idea o un proyecto salga hacia adelante. Es duro, pero así: la lógica empresarial ya no funciona en el multipartidismo. En las instituciones ya no hay PP ni PSOE, o Esquerra Unida como antes. Ahora hay, como mínimo, cinco partidos. Y eso es así no por caprichos del destino, sino porque la sociedad ha cambiado y tienen otros patrones de actuación, como los tiene la empresa que ha tenido hacer frente a la globalización. 

Y lo que no se entiende, en pleno 2018, que la Cámara, Uepal y posiblemente, la CEV es que nos plantean modelos y soluciones del siglo pasado, que sólo tienen consenso entre ellos y que no recogen el sentir del resto de la sociedad, o de la mayoría de la sociedad. Está muy bien que lo defiendan, pero que sean conscientes de la calle respira otro aire. Posiblemente entre sus coetáneos tengan compresión, pero a estas alturas, y después de la crisis, oír hablar del trasvase del Ebro o de la pervivencia de las diputaciones tal y como funcionaban en la etapa de Fernández Valenzuela es, con todos los respetos, querer reescribir un episodio de Cuéntame

El déficit hídrico tiene más soluciones, y no tardarán en aplicarse; es cuestión de poner en marcha las desaladoras, como complemento al Tajo-Segura, y como al alternativa real al cambio climático; y las diputaciones necesitan una revisión. No lo digo yo. Lo dice el PSOE, Ciudadanos, Compromís y Podemos. Lo que es extraño es que la Cámara de Comercio no haya actualizado su discurso en determinadas cuestiones, después del meneo que le dio la crisis -con una reestructuración de ingresos- y con la transformación internacional (y digital) que ha tenido la economía con la globalización. La credibilidad de un discurso comienza por su actualización. Y desgraciadamante, lo que más suena en Alicante últimamente es la sintonía de Aquellos Maravillosos Años. Y esa es la sensación que me ha dado Juan Riera, que quiere ser un Fernández Valenzuela de guante blancoY no creo que en el mundo empresarial actual, el de las nuevas generaciones, suene esa misma sintonía. Ojo, y Riera los ha incluido en su discurso, pero el actual presidente de la Cámara ha querido que el titular fuera el mismo que el que habría dicho Fernández Valenzuela. Y lo que chirría, además, es que Riera, pese a su edad, es un tipo que ha corrido mundo y sabe lo cambiante que es todo. Pero nada. Volvió el rewind (político). César Sánchez le ha delatado.

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