ELCHE (EFE). La inestabilidad institucional que atravesó el Elche durante gran parte de 2016 condicionó el proyecto deportivo del equipo ilicitano, que tuvo que renovarse tras la salida a finales de la pasada temporada de los responsables de la parcela deportiva.
Durante la primera mitad del año, el proyecto de transición diseñado contrarreloj por Ramón Planes, director deportivo, Juan Contreras, consejero del área deportiva, y Rubén Baraja, entrenador, se consolidó y rindió por encima de lo esperado, asegurando la permanencia a falta de diez jornadas.
El equipo ilicitano, en pleno año de transición tras el traumático descenso administrativo, soñó con disputar la fase de ascenso, pero en las últimas jornadas flojeó y dejó escapar la opción.
No alcanzó el nuevo reto, pero sí dejó un buen sabor de boca, sobre todo su delantero centro Sergio León, quien logró el segundo trofeo de máximo goleador de la historia del club en Segunda al anotar 24 tantos.
El proyecto parecía encauzado, pero la inestabilidad institucional y la inminente venta del club llevaron a Baraja, inicialmente, a rechazar la oferta de renovación.
Posteriormente, Ramón Planes también dimitió al no tener garantías de que los futuros inversores iban a garantizar la independencia en su área. Con su marcha se frustró el fichaje de Lucas Alcaraz como entrenador el mismo día de su presentación, en una de las situaciones más surrealistas de la historia reciente de la entidad.
También abandonó el club Contreras y el Elche quedaba, a primeros de julio, sin cuerpo técnico, aunque con una base de plantilla del pasado curso.
El consejo contrató a José Luis Molina como director deportivo y en un tiempo récord el técnico manchego apostó por Alberto Toril como entrenador y diseñó una plantilla ilusionante, apoyada en el regreso de viejos mitos del club, como Sergio Pelegrín y, sobre todo, Juan Francisco Martínez 'Nino'.
A ellos se unió de formas sorprendente otra leyenda, Edu Albacar, quien formaba parte del cuerpo técnico tras haber anunciado un año ante su retirada del fútbol. El Elche realizó en total 16 fichajes, aunque tuvo que vender a Sergio León, su referente el pasado curso.
Las limitaciones económicas impuestas por LaLiga al Elche marcaron la confección de la plantilla, que se quedó corta de efectivos en ataque al tener que destinar el club los últimos recursos al fichaje de un centrocampista tras la lesión de Armando Sosa 'Mandi' en las primeras jornadas de la Liga.
El Elche tuvo desde el inicio una gran irregularidad en juego y resultados, al alternar victorias brillantes con dolorosa derrotas, lo que le llevó a ser el equipo más goleado y el más goleador.
El estilo de juego impuesto por Toril, basado en el toque y la posesión, gusta a los aficionados, pero el equipo no logra encontrar un equilibrio y es en ocasiones muy vulnerable.
Esa falta de regularidad ha impedido al Elche estar en la zona alta de la tabla, ya que siempre se ha movido por la mitad de la clasificación, aunque siempre con un margen de maniobra sobre la zona de descenso.
En total, el equipo ilicitano ha disputado este año un total de 46 partidos oficiales, 44 de Liga, en los que ha logrado 13 victorias, ha sumado 20 empates, y sufrido 13 derrotas, datos que justifican su presencia continuada en la zona media.
Despide el año en la décima posición, solo un puesto por delante del lugar que ocupó al final del pasado campeonato.
Además, cierra 2016 con un sabor de boca agridulce, ya que se intuye que, pese a las lesiones sufridas de jugadores importantes, hay plantilla para pelear por retos más ambiciosos que la permanencia y con la asignatura pendiente de no haber podido sumar dos victorias consecutivas desde el pasado mes de enero.