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fue sede de riviera invest hasta la quiebra de la empresa de roch tabarot

Un inversor compra el antiguo Liceo Francés de la Albufereta: ¿hotel o pisos turísticos?

17/12/2019 - 

ALICANTE. Siguen los movimientos en el mercado de las grandes operaciones inmobiliarias en la capital alicantina. Un inversor privado acaba de adquirir el edificio del antiguo Liceo Francés de la avenida de la Albufereta en Alicante, que durante años fue la sede de la constructora Riviera Invest, y que permanece cerrado desde que la empresa del francés Claude Roch Tabarot fue a la quiebra. Aunque no ha trascendido la intención del nuevo propietario, fuentes del mercado apuntan a que el uso más probable del inmueble sea el de un hotel o bien apartamentos turísticos.

El importe de la operación no ha trascendido, como suele ser habitual en estos casos. No obstante, como cifra orientativa, el inmueble estaba a la venta por 1,75 millones de euros, tal como desveló este periódico el pasado mes de agosto, tras rebajarse un 12% desde los 2 millones originales. Fuentes próximas a la operación indican que, no obstante, el precio de venta podría ser incluso inferior, dado el interés de Aliseda por desprenderse del activo. El servicer inmobiliario del Banco Santander, propiedad del fondo de inversión Blackstone, se estaba encargando de comercializar el edificio después de que la crisis del ladrillo y la quiebra de la empresa terminasen con el inmueble en la cartera de la entidad financiera.

En cuanto a la nueva vida que le espera al emblemático edificio, las mismas fuentes apuntan a un uso terciario, que es el que está permitido en la parcela. Es decir, el inmueble no puede convertirse en un residencial, pero sí tendría posibilidades como un hotel e incluso como apartamentos de uso turístico. Obviamente, también cabe la posibilidad de que se mantenga el uso de oficinas, pero dada su situación, a escasos metros de la playa de la Albufereta, se perfila como más probable la primera opción. En este sentido, el inmueble cuenta con siete plantas que suman 4.500 metros cuadrados y una planta de aparcamiento.

El edificio lleva cerrado desde que el grupo inmobiliario que lo utilizaba como sede fue a la quiebra. La insolvencia de Riviera Invest, que dejó unos 700 afectados en Alicante, fue de lo más sonada: al propietario del grupo lo pillaron subiéndose a un avión con destino a Marruecos junto a otros directivos en septiembre de 2008, poco después de que el grupo se declarase en concurso de acreedores. Roch Tabarot y otros directivos del grupo fueron acusados de una presunta estafa: dejaron de pagar la rentabilidad del 6% que prometían a propietarios de viviendas destinadas al alquiler,  y dejaron sin construir estudios ya vendidos en Murcia.

La empresa no logró superar el concurso, al que se acogió con una deuda de 46 millones de euros, al tumbar la propuesta de convenio la mayoría de los acreedores, y en otoño de 2016 el juez de lo Mercantil de Alicante decretó la apertura de la fase de liquidación. El edificio ahora cerrado pasó a manos del banco. A pesar de las acusaciones del juez Santiago Pedraz y la espectacular detención llevada a cabo en 2008, Roch Tabarot ha resultado ser inocente de la estafa inmobiliaria. A finales del año pasado, la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional confirmó por unanimidad de los tres magistrados que el inversor francés no tenía intención de engañar a los compradores.

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