Un Intercity emergente y un Hércules con historia estrenan un derbi de baja intensidad

ALICANTE. Un Intercity emergente, recién llegado al mundo del fútbol, y un Hércules con un siglo de historia, estrenan este domingo un derbi alicantino de baja intensidad en la ciudad deportiva Antonio Solana con un choque que no tiene precedentes ni oficiales, ni amistosos y, por tanto, tampoco rivalidad.

Ni siquiera en la afición herculana, mucho más numerosa, ha despertado el partido un interés muy diferente al de cualquier otro tipo de encuentro de rivalidad provincial, salvo por el hecho de ofrecer la posibilidad de ver en directo a su equipo sin tener que realizar un desplazamiento.

El nuevo choque de rivalidad vecinal llega en uno de los peores momentos deportivos de la historia del conjunto herculano, que la próxima temporada celebrará el centenario de su fundación y que nunca, desde entonces, ha estado tan alejado del fútbol profesional.

Sin embargo, para el Intercity marca el punto más elevado de su trayectoria, ya que en apenas cuatro años de existencia ha conseguido igualar la categoría del gran referente histórico de la ciudad y la comarca.

Las relaciones diplomáticas entre los dos clubes son, además, cordiales, hasta el punto de compartir el campo Antonio Solana para sus respectivos entrenamientos.

Hasta ahora, el hecho de que el nacimiento del Intercity estuviera vinculado al municipio de Sant Joan, a escasos siete kilómetros de Alicante, y a las instalaciones de esta localidad restaron cualquier posibilidad de fricción entre las dos entidades.

El derbi de baja intensidad solo tiene algo de morbo por la cantidad de dirigentes, técnicos y jugadores del Intercity que tienen un pasado vinculado al conjunto herculano.

El presidente, el empresario Salvador Martí, admite ser herculano y haber sido socio del Hércules. Además, sus recientes palabras en las que manifestó que "se puede ser perfectamente del Hércules y del Intercity” desactivan cualquier polémica, ya que admite que desea el triunfo herculano en todos sus partidos menos los dos ante el conjunto que preside.

Otros cargos fuertes de su directiva, como el accionista Perfecto Palacio, fue consejero delegado del Hércules al inicio de la pasada década, tras el descenso de Primera, mientras que el manager general, Quique Hernández, es el entrenador con más partidos oficiales en la historia del Hércules, además de haber presidido la entidad en dos etapas.

También el secretario técnico del Intercity, el exjugador Paco Peña, fue capitán del Hércules en Primera, Segunda y Segunda B, mientras que el técnico, Gustavo Siviero, y hasta el preparador físico, José Tomás Frías, también pasaron por el Rico Pérez.

En la plantilla también hay jugadores con pasado reciente herculano, como Miguel Marí, formado en su cantera, el extremo Pol Roigé, el central Álvaro Pérez o el delantero Benja Martínez.

Esta temporada, el Intercity solicitó jugar sus partidos en el campo Antonio Solana porque las instalaciones son mejores y el campo es de hierba natural, pero el futuro del club, según ha desvelado su presidente, pasa de nuevo por Sant Joan, donde la entidad pretende construir a medio plazo un nuevo estadio, por lo que tampoco parece estar en juego la supremacía deportiva en la ciudad.

Ambas entidades, aunque vecinas y conectadas por lazos afectivos, siguen caminos completamente opuestos, aunque con el objetivo común de llegar al fútbol profesional.

Mientras el Hércules supone la tradición, con casi cien años de historia, el Intercity, con una afición aún en formación, encarna el fútbol moderno y casi empresarial, ya que su intención es cotizar en bolsa a medio plazo para ser una entidad económicamente rentable.