DÉNIA. La naviera de bandera de la Comunitat, Baleària, espera que se acabe esta semana con ansia. Se podría decir que ha sido una semana horribilis, con un barco a medio hundir en Dénia, otro con camiones volcados en su interior, y en las Bahamas con problemas en sus operaciones, todos ellos causados fundamentalmente por los fenómenos atmosféricos.
Por orden de gravedad, el destino del ferry Pinar del Río no parece otro que el fondo del mar de Dénia. El fuerte oleaje registrado durante toda la noche del miércoles al jueves, y la de este jueves al viernes ha causado estragos en el fuselaje de un barco que quedó encallado casi hace un mes. Las razones de ese encallamiento se desconocen, pero Baleària sí se ha encargado de borrar sus huellas del ferry, como ya publicó Alicante Plaza hace una semana.
El ferry se ha convertido en una atracción de feria y son cientos las personas que se acercan a la escollera que está frente al barco para captar esa imagen. El momento en que el barco se hunda en la entrada del puerto. Se juegan la vida, aquí la dirección general de Puertos no puede bloquear el paso, sí lo ha hecho en la que da al barco. Está cerrada a cal y canto. Nadie puede pasar ahí.
En la bocana del puerto, el ferry de Balearia el miércoles perdió uno de los patines, pero a lo largo del jueves el destrozo fue en aumento y avanzó por la bodega del barco. La parte trasera está totalmente sumergida, en las imágenes que se captan desde la escollera que abriga al puerto deportivo Marina de Dénia, esa parte ya no está (sería la de color verde) y se ven las ventanas de los espacios del buque rotas. El hundimiento parece inminente.
La semana al margen del Pinar del Río parecía tranquila, pero las inclemencias meteorológicas están también en el origen de otra crisis con el barco Hypatia de Alejandría que cubría el trayecto entre Barcelona y las localidades mallorquinas de Alcudia y Ciutadella. En el trayecto el temporal marítimo obligó a desviar el ferry, que iba con 253 pasajeros, 75 turismo y 77 camiones, hasta Mallorca.
Una vez allí, la naviera comprobó que como consecuencia del temporal se "desplazaron varios trailers" y volcaron “tres camiones" en el interior de la bodega del barco. Tras descargar la mitad de los camiones con una grúa, la naviera utilizó el barco como hotel para los pasajeros que querían viajar a Barcelona en la noche del miércoles al jueves. Un trayecto que hicieron con el ferry Bahama Mama. Al cierre de esta crónica, el barco Hypatia de Alejandría seguía parado en el puerto de Mallorca.
Y el punto final de esta semana horribilis de Baleària lo ponen los efectos del paso del huracán Dorian por las Bahamas, donde la naviera de Dénia opera con tres rutas desde Florida(EEUU) y la isla de Gran Bahama.
Allí la naviera declaró que se puso a disposición de las autoridades para prestar ayuda después de que el huracán arrasara las islas. Por este motivo, sus barcos se destinaron al traslado de ayuda humanitaria, personal humanitario así como el desplazamiento gratuito de los residentes en las islas.
Pero en uno de los viajes hubo de dejar en tierra a 119 pasajeros "por un motivo ajeno a la compañía",que no era otro que el hecho de que la naviera "recibió indicaciones de la Aduana de Estados Unidos en las que informaba que para desplazarse al país, los pasajeros sin visado debían tener una autorización previa presencial por parte de las oficinas de inmigración en Nassau".
Mientras todo esto pasa en una sola semana, el presidente de Baleària, Adolfo Utor, estuvo el miércoles en el puerto de Barcelona para presentar el equipo de remo que ha patrocinado.