ORIHUELA. Poco después de las diez de la mañana, el salón de plenos del Ayuntamiento de Orihuela se habilitaba para acoger el CECOPAL (Centro de Coordinación Municipal). Era jueves, 12 de septiembre de 2019, y las predicciones meteorológicas indicaban la llegada de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). A media mañana arrancó a llover torrencialmente. Comenzaba a inundarse algunas plazas y varias carreteras de la comarca quedaban cortadas al tráfico. A medio día, plazas, calles, polígonos industriales ya estaban anegados de agua. Comenzaban los primeros desalojos y rescates. En las siguientes 36 horas, varios puntos de la Vega Baja contaba con 500 litros por metro cuadrado. Llegaban las primeras personas a los albergues habilitados. Viernes cedía la mota del río Segura a la altura de Almoradí. Domingo se repitió el desastre, a escasos 100 metros de distancia. Los habitantes del municipio quedaban sin suministro de agua durante días. Ese día, la Vega Baja quedaba aislada y dentro de ella, los municipios entre sí. Los terrenos agrícolas sumergidos bajo el agua y un panorama que superaba a la última gran inundación, la de noviembre de 1987 e igualaba a la de 1879.
Alicante Plaza hace un recorrido por las ayudas, obras y medidas ejecutadas doce meses después de las inundaciones. Un año centrado en las reparaciones de los daños y sin acometer obras de mitigación ante próximas inundaciones.
La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) fue el epicentro de las críticas durante las inundaciones. Tanto por una parte de responsables políticos como agricultores y organizaciones agrarias. En estos doce meses, la CHS ha iniciado 37 actuaciones con una inversión de 16 millones de euros. 20 de esas actuaciones se han realizado en el tramo que comprende entre Beniel y Guardamar del Segura. Hasta el momento ha ejecutado el 85% de ese presupuesto. Éstas han consistido en trabajo de diversa índole, dificultad y duración. La más destacada ha sido es la reconstrucción de la mota y el muro del margen izquierdo del río Segura a su paso por Almoradí. Estas obras han supuesto una inversión de 3,1 millón de euros. En este punto precisamente, el Ayuntamiento de Almoradí homenajea hoy con una placa a todas las personas que ayudaron durante la inundación del municipio.
También ha ejecutado labores de reconstrucción de caminos, reparaciones de motas, eliminación de restos vegetales y cañas que presentaban riesgo de generar tapones, reparaciones en acequias y la obra de conexión del cauce viejo con el nuevo en Guardamar del Segura para facilitar el desagüe.
En una entrevista que publicaba esta semana este diario, el presidente del organismo, Mario Urrea, aseguraba que el río está en mejores condiciones que el año pasado, aunque admitía que no lo suficiente como para resistir un episodio de DANA como el de 2019. Pendiente queda decidir qué va a hacer la CHS con infraestructuras hidráulicas clave con la rambla de Abanilla y la de Tabala.
En el caso de Orihuela, un año después todavía hay muchos caminos rurales, de responsabilidad municipal, por reparar, instalaciones deportivas que no han sido restauradas y espacios municipales como el CRIS, en el Palmeral, catalogado como irrecuperable. El edificio que alberga las instalaciones del ayuntamiento también precisa de actuaciones pues durante las inundaciones se convirtió en una auténtica isla, al quedar las calles adyacentes anegadas de agua. El Centro Ocupacional Oriol que hasta el momento no se ha podido reabrir, se ha contratado la redacción de un proyecto para que muestre las actuaciones que precisa. Desde el equipo de gobierno responsabilizan al gobierno autonómico y nacional por no transferir ayudas para acometer estas actuaciones.
En cuanto a medidas para afrontar futuras avenidas de agua, el consistorio ha acometido obras de limpieza en montes y barrancos. También se han realizado obras en el alcantarillado.
En Almoradí, castigado duramente debido a la rotura de la mota, ha centrado todos sus esfuerzos en la reparación de los daños. Además de la restitución del muro del río, el municipio ha precisado de la reparación de varias acequias, la renovación del alcantarillado en dos de sus principales y céntricas avenidas y la reparación de los daños de la depuradora ubicada en el Bañet. Según un cuadro resumen del Ayuntamiento, a 10 de septiembre, el consistorio ha invertido 1,4 millones de euros, le han concedido subvenciones por valor de 853.000 euros, de las cuales ha cobrado 46.000 euros. Las subvenciones solicitadas ascienden a 24,3 millones de euros.
En estos doce meses, el equipo de gobierno ha aprobado un plan de emergencias y el nuevo plan de ordenación urbana, en el que en algunos puntos ha sido criticado por proyectar construcciones en zonas que en septiembre quedaron completamente inundadas.
En el caso de Daya Vieja, sus tierras agrícolas no consiguieron librarse del agua estancada hasta semanas después del paso de la DANA. El 100% del cultivo de temporada se perdió, el 70% de las viviendas del casco urbano quedaron dañas mientras que las casas rurales fueron el 100%. Todas las instalaciones deportivas quedaron inutilizables y a día de hoy siguen. Esperan las ayudas de la Diputación de Alicante. Se han restaurado las bombas de aguas residuales y adecentado algunos de los destrozos que dejó la DANA.
La Generalitat abrió varias líneas de ayudas. Las dirigidas para bienes de primera necesidad a particulares ha desembolsado casi 17 millones de euros. Se presentaron más de 8.000 solicitudes. En materia de vivienda el Consell ha concedido 887.772 euros para 339 expedientes y 500.000 euros para ayudas de alquiler a personas con daños graves en vivienda. También se destinaron 7,3 millones de euros para compensar los gastos extraordinarios y urgentes realizados por los municipios. El equipo de gobierno de Orihuela ha denunciado constamente que en su caso, las ayudas que le corresponden no le han llegado.
Estas son las principales actuaciones que se han llevado a cabo en estos doce meses. Todas dirigidas a reparaciones y restauración de los daños. ¿Pero qué medidas se han adoptado para minimizar las consecuencias de una hipotética próxima DANA?
En este tiempo no se han ejecutado obras de relevancia que responda a esta pregunta. Sí se ha trabajado durante todo el año para encontrar cual es la mejor solución. El Consell creó el plan Vega Renhace para que a través de la sociedad civil, expertas y expertos, detectaran las debilidades de la comarca y mostraran propuestas para atajarlas. La próxima semana se presenta en Almoradí la hoja de ruta tras la examinación del Consell de las soluciones seleccionadas. Por otro lado, el 27 de enero se constituyó una Comisión de Les Corts sobre las inundaciones. Se hizo en Orihuela, la primera vez que se salía de la sede del parlamento autonómico. El plazo que se estableció para mostrar las conclusiones era de doce meses.
De forma paralela, la Dirección General del Agua, de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente ha elaborado un borrador con las medidas necesarias y concretas que se resumen en tres: corredores verdes, superficies para inundar con sistemas de rebombeo y pueblos isla.
El director del Agua, Manuel Aldeguer, argumentaba esta semana para Alicante Plaza la cuestión relevante que supone que aunque todavía no se haya ejecutado ninguna obra, sí está sobre la mesa la consciencia de que hay que actuar de forma inmediata, no como sucedió tras la riada de 1987, donde se diluyó esta necesidad. "Tenemos el conocimiento y los trámites iniciados para redactar proyectos y asumir el problema" señalaba Aldeguer.