ALICANTE. Este miércoles se cumple un año desde que Javier García Portillo anunciara su retirada.
A los 33 años de edad, tras 176 encuentros y 44 goles de blanquiazul (en dos etapas, una en las temporadas 2009/10 y 2010/11 en la que vivió un ascenso a la Liga BBVA y una segunda desde verano de 2011 hasta el diciembre pasado, con un descenso a Segunda División B) y habiendo también defendido la camiseta de Real Madrid (con quien ganó Liga, Copa de Europa, Supercopa de Europa e Intercontinental), Fiorentina, Brujas, Nàstic, Osasuna y Las Palmas, Portillo anunciaba que colgaba las botas, pasando a los despachos del club blanquiazul como adjunto a la dirección deportiva.
Con su retirada cesó el clima de crispación que rodeaba a todo partido del Hércules en el Rico Pérez, especialmente desde el descenso de 2014 y es que a poco que el equipo no respondía o que directamente Portillo no andaba acertado de cara a gol (en su última temporada completa, pese a jugarlo casi todo anotó solo 9 goles y en la pasada, la de su retirada directamente no vio puerta (su último tanto en partido oficial con el Hércules lo anotó en mayo de 2015 al Zaragoza B) el runrún era imparable, luego llegaban los pitos y, en ocasiones algunas escenas desagradables en la puerta cero del estadio a la finalización de los partidos.
Ahora bien, a nadie le escapa que además de la acusada caída de su rendimiento, buena parte de las críticas que tenían como objetivo a Portillo respondían a que su vuelta en el verano de 2012 siempre se ha achacado a una imposición de Enrique Ortiz (mantiene una relación con una de las hijas del constructor, de hecho han tenido dos hijos), teoría nada descabellada si tenemos presente que su vuelta vino acompañada de la defenestración que no cese del que era director deportivo, un Sergio Fernández hoy en el Alavés en Primera División y que un año antes había decidido que Portillo no continuara en el Hércules.
Desde hace un año, oficialmente el rol del madrileño que en mayo se titulaba como Experto Universitario en Dirección Deportiva es el de adjunto al director deportivo, Dani Barroso. Hace unos días, Portillo manifestaba que no se arrepiente de una decisión que sin duda tuvo que ser dura para él que la hizo pública entre lágrimas, en una multitudinaria rueda de prensa en la que estuvieron presentes los que hasta ese día eran sus compañeros de vestuario y en la que hizo autocrítica, llegando a decir que ayudaba más al Hércules "fuera que dentro".
El paso a segunda actividad de Portillo ha contribuido sin duda a serenar los ánimos en el entorno del Hércules en los últimos meses, si bien es cierto que los problemas del club ni empezaron con el ex jugador de Aranjuez ni terminaron con su retirada. Desgraciadamente son mucho más profundos.