ALICANTE. El debate sobre el futuro del sector turístico residencial, clave en la provincia de Alicante, abordó también el impacto económico. Sin ponerse de acuerdo en las cifras, salvo en algunas básicas, todos los participantes en el foro organizado por Alicante Plaza y Provia coincidieron en reconocer la importancia de este tipo de turismo para el PIB de la provincia de Alicante.
El consejero delegado de la constructora VAPF, Pedro Soliveres, abrió fuego al asegurar que el turismo residencial realiza "una aportación vital, con un porcentaje del PIB mayor de lo que se piensa: el 75% de las pernoctaciones se realizan en viviendas, por lo que tiene mayor peso que el turismo hotelero, pero es tan conocido ni valorado". El secretario general de la asociación de promotores, Jesualdo Ros, reivindicó también que "la mayoría de pasajeros que entran por El Altet van a alojamientos privados".
Según los datos ofrecidos por la directora general de Turismo de la Generalitat, Raquel Huete, es el 37% de los pasajeros que llegan a provincia por el aeropuerto el que duerme en una vivienda, según las encuestas que se realizan a la llegada. "El 16% de los turistas dicen que han alquilado una casa, y otro 21% dice que va a alojarse en casa de un familiar o amigo". En esos porcentajes, todos los presentes asumen que se esconde también el alquiler fraudulento. Por eso, el profesor de la Universidad de Alicante (UA) Armando Ortuño asegura que "no conocemos el impacto real del turismo residencial, más allá de algunos datos. La labor del Observatorio debe servir para actualizarlos".
El director técnico de la tasadora Euroval, Álvaro Satué, esgrimió las cifras de un estudio realizado por su firma, según la cual el 90% de la población reside en la costa, donde la renta per cápita es un 14% superior al interior de la provincia. "Hay una correlación entre el precio de los inmuebles de una zona y su renta per cápita", según Satué, quien aludió al empleo inducido en estas zonas: médicos, notarios, abogados... no relacionados con el turismo. "En Alicante la media de habitantes por vivienda es de 1,45, mientras la española es de 1,85", añadió, como indicador de que muchos inmuebles se destinan a la actividad turística.
Otro punto que se abordó en la mesa de debate fue el impacto del Brexit en el sector, dado que la atención sanitaria gratuita a los nacionales británicos es uno de los atractivos con los que juega la provincia para atraer a este tipo de compradores (la nacionalidad predominante en El Altet, con el 40% de los pasajeros).
"Si vamos a mantener la atención sanitaria a los británicos cuando concluya el Brexit, hay que decirlo", defendió Huete, en el contexto de la campaña de hospitalidad puesta en marcha por la Agencia Valenciana de Turismo. "Tienen que saber que es un compromiso que mantenemos, para ofrecerles seguridad, y que no piensen en marcharse o dejar de venir". Huete desveló que la Comunitat ha sido seleccionada como comunidad autónoma para debatir en Bruselas cómo mejorar las condiciones de los turistas británicos tras la desconexión.
En el mismo sentido se expresó Eduardo Dolón, vicepresidente del Patronato de Turismo de la Costa Blanca, quien consideró que ante la nueva relación, "si no garantizamos la prestación sanitaria tras el Brexit, podemos perder nuestro principal mercado, por lo que hay que ofrecer seguridad". El empresario turístico Richard Hart, de origen inglés, aseguró en cambio que "la popularidad del destino es la que lo hace líder, y eso no está en manos de la Administración, sino de su gente, en cómo se trata al visitante". Por este motivo, defendió que "el Brexit debería habernos hundido, pero solo nos ha afectado tangencialmente. El público británico mantiene el mismo interés, por la popularidad del destino".