VALÈNCIA. Que las vueltas a casa en Navidad no son tan idílicas como nos venden en los anuncios de televisión se conoce. Pero que, al volver, descubras que tus padres te han sustituido por una desconocida, a la que le han dejado tu cuarto, tu ropa, y a la que tienen más en cuenta que a ti mismo, sería otro nivel. Marisa Crespo y Moisés Romera lo exploran precisamente en su primer largometraje (tras el éxito de su corto 9 pasos), Tú no eres yo, que se estrena este miércoles, 22 de mayo, a las 21:15 horas, en los Cines Kinépolis, en el marco del Festival de Cine de Alicante, y se ha rodado en las provincias de Castellón y Valencia.
La actriz Roser Tapias interpreta a Aitana, que quiere dar una sorpresa en nochebuena a su familia llegando a casa con su pareja y su bebé. De repente se encuentra una desconocida —supuestamente, una refugiada—que parece haber asumido su rol en esa casa e incluso recibir más atención. Mientras, Aitana empieza a sospechar de la nueva inquilina a partir de la rabia que le genera la desidia y la desatención de sus padres hacia ella.
Bajo esta premisa, Tú no eres yo desarrolla una historia en la que el terror está muy presente pero no identificado. No solo no hay un monstruo o un fantasma del que temer, sino que incluso está la pregunta de quién es la víctima ahí. “Es la primera vez que hago un personaje para una película de género. Para mí lo que era más importante es que Aitana y el espectador tenían que ser aliados para descubrir qué estaba pasando. A veces el espectador es quien va por delante en hacerse la pregunta que está latente en toda la película: ¿las sospechas de Aitana responden a la realidad?”, explica Roser Tapias en conversación con este diario.
Aitana entrara en una espiral de sospechas en esta atípica nochebuena cuando, además, la casa se llena de invitados para una noche de gala. “Moisés Romera y Marisa Crespo me abrieron la puerta al cine de género y me dieron muchas referencias. Había algunas que sí conocía, como La semilla del diablo, pero otras muchas no”, comenta la actriz. Y, en efecto, la película de Roman Polanski tal vez sea una de las referencias más claras.
En todo caso, Crespo y Romera tienen herramientas de sobra para demostrar una voz propia. Lo hacen, como en 9 pasos, a través de la sospecha en vez del terror infundado al espectador, lo que convierte a la película satisfactoriamente confusa. En una entrevista concedida a Castellón Plaza antes del rodaje, los autores explicaban que su intención era la de retratar “una forma única de crueldad que sólo los miembros de una familia pueden infligirse unos a otros, creando una narrativa que profundiza en las relaciones cercanas, en la que priman el suspense y la tensión y que nos hace reflexionar sobre los sacrificios que hacen los padres por los hijos, y los hijos por los padres”.
En ese sentido, Tapias también traslada eso a su personaje: “Para mí era esencial trabajar mucho los vínculos con cada personajes, como los antecedentes de Aitana con su padre y su madre. Lo que sí era más complicado es que toda la acción sucede en una única noche, así que el arco del personaje es muy intenso. Además, empezamos a rodar justo por el final”, explica.
Para la actriz ha sido la primera vez en muchas cosas. Por ejemplo: es la primera que trabaja para un tándem de directores (que a su vez han rodado su primer largometraje); también es la primera vez que aborda una historia con estas características; y, por ende, sus primeras visitas a festivales de cine. La película ha pasado por Austin Fantastic Fest, en Texas, considerado uno de los festivales de género más relevantes de Estados Unidos y a nivel mundial. En él ya recogió las primeras críticas positivas del público.
Tapias, por su parte, estuvo presente cuando el film se presentó en Fant, el Festival de Cine Fantástico de Bilbao: “Me parecen festivales muy interesantes. Más pequeños, pero con una comunidad de adeptos muy fieles que tienen una cultura cinéfila muy especializada. Son casi comunidades de identidad”.
Con esta incursión, también el público verá a Tapias en otro registro al que está acostumbrado, después de formar parte de algunas de las series diarias de televisión más vistas en España. Sobre el cambio en los procesos de la actriz, confiesa: “En una serie diaria se rueda aproximadamente una hora de ficción al día. Se hace con menos dinero y con plazos mucho más rápidos. Pero la principal diferencia es que, en las series diaria, no sabes el arco de tu personaje: te llegan los guiones y te vas sorprendiendo por lo que les pueda pasar. En un largometraje sabes cuál va a ser el nudo y el desenlace”.