Toni Pérez: "Lo extraño es promover el turismo y criticar el fruto de ello"

ALICANTE. El presidente de la Diputación de Alicante es, además, el titular de la materia turística, tanto en la institución como en el Ayuntamiento de Benidorm. En esta segunda parte de la conversación con Plaza, aborda las cuestiones más problemáticas que giran en torno a la actividad turística. 

-Usted gestiona la competencia en la Diputación y es además el alcalde de Benidorm. ¿Se está adaptando el turismo a los cambios y debates que tiene a su alrededor?

-El turismo está cambiando constantemente desde que es turismo. El turismo es una de las industrias más dinámicas, vivas y sobre todo más sometidas a la competencia y, evidentemente, vinculadas a la demanda. Si tú no eres capaz de posicionar permanentemente el destino, el enclave y la marca en un mercado que es apetitoso y, donde cada vez la comercialización es más directa, más rápida e in extremis, estarás teniendo dificultades. Es verdad que alguien maldice al turismo, pero con todos los que me reunido, muchos alcaldes y pueblos visitados, todos quieren ser municipio turístico. Por tanto, deberemos cuidarlo, pero es un mundo muy cambiante y con muchas incertidumbres. Los grandes datos del turismo están vinculados al atractivo, lo mismo que habíamos tenido toda la vida desde el punto de vista del destino, evidentemente no del producto que ofrece el destino, pero no hay nada nuevo bajo el sol. 

" Es verdad que alguien maldice al turismo, pero con todos los que me reunido, muchos alcaldes y pueblos visitados, todos quieren ser  municipio turístico"

-Existem muchas ciudades tensionadas. Sobre todo las grandes capitales.  Y ahí es donde ha surgido la denominada turismofobia. Reciemente, Exceltur se ha comprometido a realizar un diagnóstico para evitar que los residentes se sientan desplazados. ¿Qué opina de todo ello?

-Siempre he huido de la satanización de un determinado producto turístico. Esto no es el mejor consejo que podemos tener en ningún momento a la hora de emprender  una política turística. Es evidente que la ciudad debe decidir qué quiere ser y a qué quiere dedicarse. No se puede estar en algo y en lo contrario. Se oyen muchas cosas, pero hay capacidad para regular las cuestiones más polémicas, y la cordialidad debe imperar. Creo que puede haber alianzas entre administraciones para ordenar lo que, según la visión de unos y otros, se tenga que ordenar, pero tamnién debe haber una autonomía, lo que quiere hacer, en este caso cada pueblo y cada ciudad o cada espacio. Es verdad que hay gente que las visitas le perjudican en su día a día. Insisto, creo que hay muchas formas de gestionar esto. No puedes estar haciendo promoción para llevar turistas por un lado y por otro, ser el mismo, el que hace una cosa y otra. 

"Creo que puede haber alianzas entre administraciones para ordenar lo que, según la visión de unos y otros, se tenga que ordenar, pero tamnién debe haber una autonomía, lo que quiere hacer cada pueblo" 

Yo creo que todos tenemos derecho a quejarnos de lo que no compartimos. Yo creo que todos tenemos derecho a promover aquello en lo que creemos. Lo extraño es promover, por un lado y el mismo estamento o persona, criticar el fruto de ello. Y esto sí que ha dado en muchos sitios. ¿Por qué la turismofobia? Porque la turismofobia significa venga usted a visitarnos y debes tener la capacidad de ordenar aquél al que estás invitando. No puedes hacer una fiesta en tu casa, invitar a 80 personas y después quejarte del ruido cuando te vas a dormir. Plantéate qué quiere ser y después calcula muy bien el impacto negativo que tuvo el día a día y valor si prescindes de ello. Al final el turismo es una industria que fija población, que redistribuye como pocos y que no se deslocaliza, y es una de las industrias más sostenibles que hay en el mundo. Y todo esto hay quien piensa que esa industria puede ser sustituida. La pandemia ha dicho que del turismo en España viven 3 millones de personas, viven 3 millones de personas y somos una potencia mundial. Y que todo esto hay que ordenarlo y organizarlo bien.

-¿Y cómo combatir efectos colaterales como el aumento del precio de la vivienda o del alquiler?

-Aquí opera un mercado con leyes de competencia y uno no tiene capacidad administrativa para influir en él. Pero sí que puedes influir en él haciendo lo que se no ha hecho en los últimos 8 años: promover vivienda de promoción pública en el sistema de alquiler practicante que se venía practicando en las dos últimas legislaturas del gobierno del PP en la Generalitat Valenciana, que promovió en alianza a los ayuntamientos la disposición de suelo por parte del municipio.

" Una cosa es que uno no pueda incidir directamente en el precio de un alquiler de una vivienda particular. Otra cosa, bien diferente, es que no se promueva una sola vivienda de promoción pública" 

Si lo pones en marcha, al final hay una persona buscando una vivienda que ya no lucha contra otra si no es por ese alquiler público asequible. Una cosa es que uno no pueda incidir directamente en el precio de un alquiler de una vivienda particular. Otra cosa, bien diferente, es que no se promueva una sola vivienda de promoción pública en ocho años, siendo el competente, como ha ocurrido de 2015 a 2023 en el último Consell. Y junto a esto, hay otras medidas que se pueden promover. Hay ayuntamientos que estamos adquiriendo y que están adquiriendo vivienda pública, vivienda de manos privadas para pasar la pública por ahí. Porque nosotros gestionamos la ciudad y sabemos esos lugares que están cayendo y la vulnerabilidad de las personas. Hay muchos modelos de compartir espacios vivenciales, hay mucho espacio para hacer política. Lo que ocurre es que uno no puede quedarnse en un eslogan. Todo debe ordenarse y existe mucha normativa para desarrollar en este campo.