ALICANTE. Alicante despeja la puesta en marcha de la tercera edición de los bonos gastronómicos con el fin de incentivar el consumo en restaurantes, cafés, cafeterías y bares de la ciudad. Su distribución entre ciudadanos censados en la ciudad se iniciará desde el jueves 2 de noviembre con posibilidad de utilizarlos hasta el día 26, en función del acuerdo aprobado este viernes en la reunión de la Junta Rectora del Patronato de Turismo Alicante City&Beach. La convocatoria ha salido adelante con el respaldo de todos los grupos, asociaciones del sector, representantes de Turisme Comunidad Valenciana y de la Universidad de Alicante salvo la abstención de Compromís, que ha solicitado un estudio sobre su impacto y su nivel de penetración en los negocios hosteleros de la ciudad.
La nueva campaña dispondrá de una aportación municipal de 500.000 euros, con el propósito de que puedan generar un impacto inducido próximo al millón en los negocios hosteleros adheridos al sistema, como informó este diario. Por lo pronto, los 500.000 euros destinados en esta edición, se suman a los 500.000 habilitados en la campaña de 2022 (en 2021, el importe de la subvención fue de 350.000).
Y, además, elevan a cerca de 12 millones el cómputo de medidas directas de estímulo de la facturación destinadas al sector de la hostelería y del comercio en el margen de los dos últimos años, al completar los 3 millones de la línea de subvención para pymes y autónomos puesta en marcha por el Ayuntamiento y la Diputación para combatir los efectos de la guerra de Ucrania, la nueva convocatoria de 1,7 millones desplegada por la Agencia Local de Desarrollo y los 6,3 millones de las cinco campañas de distribución de bonos-comercio.
Hasta 15 bonos por persona
Los interesados en adquirir los bonos deben entrar en la página www.bonogastronomicoalicante.es y registrarse. En esta web, coordinada por la Cámara de Comercio como en la edición de 2022, se pueden adquirir bonos por valor de 50 euros, de los que cada consumidor solo paga 25. Podrán adquirirse un máximo de 15 bonos por persona, es decir, por valor de 750 euros, siendo la subvención máxima por consumidor de 375 euros. Los bonos pueden canjearse en cualquiera de los establecimientos hosteleros adheridos al programa que se podrán consultar en la citada web.
La concejala de Turismo, Ana Poquet, ha manifestado su satisfacción por volver a lanzar "una iniciativa que es un éxito al beneficiar tanto al consumidor como al sector hostelero", según ha subrayado, a través de un comunicado. Además, ha destacado que las fechas de la campaña han sido consensuadas con el sector "para que sirvan para revitalizar el consumo entre la temporada de verano y la de Navidad".
Las bases de la convocatoria precisan que el objetivo de la campaña es "incentivar el consumo en el municipio de Alicante, apoyando a los hogares y a los establecimientos adheridos a este programa, impulsando la economía del tejido ligado a la hostelería y a su consumo local, contribuyendo de este modo a paliar los efectos provocados por los elevados costes de la energía, las materias de primer orden y la inflación; factores relacionados con la disminución del gasto y del poder adquisitivo de los consumidores".
Del mismo modo, esta iniciativa pretende ayudar a fidelizar y a captar nueva clientela, así como sensibilizar a los consumidores de la importancia de realizar sus consumos en establecimientos de proximidad. Al tiempo, es una de las acciones acordadas con el sector para paliar los efectos en el consumo de las zonas afectadas por las obras de transformación urbana que se están llevando a cabo en la ciudad.
Priorizar ayudas
Por su parte, la portavoz adjunta del grupo municipal del PSOE, Trini Amorós, ha valorado de forma positiva la aprobación del bono gastronómico, aunque ha considerado que dicha medida está dirigida a toda la hostelería de la ciudad y, por tanto, "es insuficiente para contribuir a paliar los efectos negativos generados por unas obras que han estado mal planificadas por el gobierno del PP", según ha argumentado. En ese sentido, Amorós ha propuesto en la reunión que el Patronato cree "una comisión para estudiar el impacto de las obras en la hostelería" similar a la que se acordó constituir en el pleno ordinario de octubre, este jueves. El objetivo, según ha explicado, es que se elabore una evaluación de la situación "y, en función del resultado, se aprueben ayudas específicas para los negocios afectados por las obras".
"Es una medida similar a la que aprobamos este jueves en el pleno dirigida en ese caso al comercio afectado por las obras. La propuesta socialista salió adelante gracias al apoyo de los grupos de la oposición y a pesar de la negativa del PP. El Ayuntamiento tiene el deber de paliar los perjuicios generados por la mala gestión que ha hecho el equipo de gobierno de las obras, que ha generado cuantiosas pérdidas al sector comercial y al sector hostelero. Ahora el gobierno de Barcala tiene que dar la cara, asumir responsabilidades y planificar ayudas. Si se niegan a ello, elevaremos la propuesta a pleno", ha trasladado la concejala.