ALICANTE. Por primera vez en muchos días Francisco Rodríguez podía este viernes entrenar con todos los integrantes de la primera plantilla del Elche. Lo anterior después de que los internacionales Enzo Roco y Johan Mojica se sumasen a la sesión de trabajo en el Díez Iborra, un día después de que lo hubiera hecho Lucas Boyé (el central chileno y el lateral colombiano regresaron a Elche la tarde del jueves, más tarde que el delantero argentino).
En la comparecencia de prensa previa al choque ante el Athletic de Bilbao del domingo, el preparador almeriense explicaba que Mojica arrastraba unas molestias musculares desde los primeros días de su concentración con Colombia, que precisamente le impidieron disfrutar de minutos con ella en los dos últimos choques de la fase de clasificación para Catar 2022, pero que confiaba en que estaría disponible para la entrar en la convocatoria para la cita del Nuevo San Mamés (dejaba en el aire la posibilidad de que alguno de los internacionales tenga que ver el inicio desde el banquillo ante el buen nivel de sus compañeros), especialmente después de que el Comité de Apelación estimase el recurso del Elche y anulase la sanción de dos encuentros de suspensión que le había impuesto Competición.
A diferencia de Boyé, tanto Roco como Mojica ya saben que no podrán jugar el Mundial después de que sus respectivas selecciones no llegasen ni a lograr la clasificación para la repesca.
Además de los internacionales, también trabajaban con el grupo el lateral Helibelton Palacios, quien por fin ha superado la lesión muscular que le venía lastrando, el meta Edgar Badía, tras dejar atrás un proceso gripal, y el delantero Guido Carrillo, que sufrió un golpe en el rostro durante la semana.
Bajas por sanción
De cara a este domingo Francisco no podrá contar con el central Antonio Barragán y con el mediapunta Javier Pastore. Ambos están suspendidos por Competición: el primero tras ver la quinta amarilla ante el Valencia y el segundo porque todavía le restan por cumplir dos de los cuatro partidos de suspensión a los que fue castigado por insultar al colectivo arbitral en el transcurso del choque ante el Barça.