ORIHUELA/COX. Llega un año más el 1 de mayo, fecha que algunos se tomarán como vacaciones, haciendo puente, otros que irán a la manifestación de su ciudad para reivindicar el día del trabajador, y otros que —de forma no excluyente— como siempre, irán de concierto, porque la vida puede ser efímera y si se puede quemar con un poco de rock’n’roll para que arda como debe, mejor. En ese sentido, la semana empieza fuerte cómo no, con los protagonistas de siempre, La Gramola de Orihuela y el TNT de Cox, dos de los pubs históricos de la provincia que siguen trayendo a grupos de gira a pesar de los años.
La primera de las citas será la oriolana, que el propio martes por la noche acogerá a los neoyorkinos The Electric Mess, demostrando que New York sigue recuperando, aunque a veces le cueste, ese espíritu musical y rock’n’rollero que ha ido variando durante las décadas, dependiendo de la inspiración de los movimientos musicales del momento. Para hacer honor a aquellos años de chupas de cuero y conciertos históricos en el CBGB, la formación presentará en directo su cuarto álbum, The Beast is You, publicado en febrero, en el que siguen su parábola de ruido desaliñado que les caracteriza.
Sin embargo, dentro de ese garage con ramalazos punk, dejan hueco para el clasicismo con el órgano, uno de esos instrumentos que se han ido perdiendo con el paso del tiempo y que recupera ese aire de romanticismo y cierta psicodelia de grupos que van desde los Fuzztones hasta los Doors. Una liturgia tecladista que añade elegancia y ese toque de distinción a una banda joven que suele desgañitarse cuando actúa en directo. No se puede esperar menos de un grupo de garage que viene de New York.
Un día después, el miércoles, pasarán por Cox The Flaming Sideburns, un grupo de mucha calidad y que vuelve a su formación original después de 17 años para dar una gira de seis conciertos por España que pasará por el TNT, uno de los garitos decanos de la provincia. Con el toque potente y hooliganesco que caracteriza a muchas formaciones nórdicas de este tipo, los finlandeses regresan con su garage árido, a veces en spanglish, otras con el empuje andrajoso de las distorsiones blueseras y la armónica, sin duda se trata de uno de los hitos de este año en la sala.
Aunque su repercusión mediática no es la de otros grupos coetáneos como Hellacopters o The Hives, los de Helsinki son otro conjunto clásico que ayuda a entender la fuerza y empuje que tienen los grupos de garage nórdicos que se han ganado esa marca a pulso. Así pues, dos citas de alto octanaje para quienes han preferido quedarse por la provincia y prefieren ir a machacar un poco los tímpanos.