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Termómetro PP: Saval suena como alcaldable de Alicante; Mercedes Alonso 'complica' Elche, y la Diputación 

24/09/2017 - 

ALICANTE/ELCHE. El curso político ya ha empezado. Con Cataluña y la tasa turística, como principales debates, pero la actividad de los partidos continúa. Hay movimientos en el Partido Popular de Alicante, sobre todo, en las grandes ciudades: empiezan a sonar nombres para liderar las candidaturas y hay obstáculos para otros. Son los casos de Alicante y Elche, los principales objetivos del PP provincial. En la capital, ya suena el nombre del subdelegado del Gobierno, José Miguel Saval, como el perfil mejor posicionado, y con el respaldo de la dirección provincial, pese a que será Génova quien decida. En Elche, hay una paz tensa que puede dispararse en cualquier momento: Mercedes Alonso sigue de portavoz, en contra de toda la militancia y no sería descartable que jugara con su escaño en la Diputación -el PP no tiene mayoría absoluta- para atrincherarse en su puesto.

La gran diferencia entre el PP y la izquierda es que en el centro derecha, la inestabilidad por debajo de la tierra, aunque a veces sea inevitable, como sucede ahora en Elche. La izquierda es de sacar todos los trapos sucios en público. Pero en el PP alicantino hay movimientos. El más destacado es la preferencia de la cúpula provincial por José Miguel Saval como alcaldable en la ciudad de Alicante. Creen que es el candidato idóneo, de perfil afable y, por su puesto, hombre de confianza de José Císcar, que ya lo nombró en su día director general de Universidades durante su etapa de conseller de Educación. Posteriormente, fue relevado por María José Catalá.

Pero pese a la preferencia de Ciscar, la última palabra la tendrá la dirección nacional al ser Alicante capital de provincia. Lanzará un sondeo con varios nombres y decidirá, lo cual no descarta a nadie, ni a los que tuvieron dar un paso atrás en la pugna por la dirección local, como Carlos Castillo y Luis Barcala, ni a la senadora Asunción Sánchez Zaplana. La ex consellera de Bienestar Social quiere una segunda oportunidad, aunque nunca lo dirá en público. Cree que su resultado, 8 concejales, es fruto de la gestión de Sonia Castedo. Sánchez-Zaplana se mueve bien por Madrid, tiene contacto directo con diferentes lobbies internos del PP en Génova y no pierde la agenda en Alicante: intenta estar en todos los actos que puede. También ha sonado el nombre de Carlos Mazón, director-gerente de la Cámara de Comercio y en puertas de acceder a las Cortes Valencianas, pero, como dijo Císcar en una reciente entrevista, no es el perfil que busca ahora el PP. El tiempo irá afinando los movimientos, pero el panorama, en estos momentos, es éste sin descartar otras personas.

Más complicado de solventar es lo de Elche. Pablo Ruz es el nuevo presidente del PP, elegido con el 67% de los votos, pero no puede tomar la portavocía del grupo municipal en el Ayuntamiento y de esta manera, ser la cara visible de la oposición al tripartito. La derrotada y anterior candidata, Mercedes Alonso, se aferra al cargo. El secretario de la corporación le ha dado la razón a Alonso: para cambiar al portavoz es necesario la unanimidad de todos los ediles. Ruz sólo tiene cinco; cuatro están con Mercedes. No es necesario descubrir a estas alturas que las relaciones entre Mercedes Alonso y la dirección provincial de PP están rotas: le han hecho llegar varios mensajes para que renuncie y dé paso a Pablo Ruz, pero Mercedes sigue en el cargo, sin dar su brazo a torcer. Esta semana, se incrementará la presión. Hay que recordar que el grupo municipal del PP tiene 10 días para pactar al nuevo portavoz, de lo contrario seguirá Mercedes. 

Pero Mercedes sabe que es su última oportunidad para sacar tajada de la operación -no va a repetir- y en el PP temen que lleve su presión al equipo de gobierno de César Sánchez, en la Diputación de Alicante, donde el PP no tiene mayoría absoluta y se apoya en el tránsfuga Fernando Sepulcre. Mercedes sabe que al alcalde de La Nucía, Bernabé Cano, le salió bien la operación: amenazó con irse al grupo mixto si no le daban sueldo y competencias, como exigió Ciudadanos en la investidura. 

Finalmente, roto el pacto, y el tránsfuga amarrado, el PP tragó, pese a que Cano está imputado por prevaricación, como Miguel Zaragoza, titular del área de Bienestar Social y envuelto en la supuesta trama de los uniformes de Santa Pola. Hoy Cano es diputado de Obras y Servicios y disfruta de dedicación exclusiva y se pasea por la provincia de Alicante cual sheriff, que lo es, de La Nucía, a pesar de los escándalos que le han rodeado. Las imputaciones han pasado a un segundo plano. Es decir, que la crisis de Elche la puede pagar el propio César Sánchez si a Mercedes no le dan lo que quiere: que es controlar el grupo municipal y mantener a sus fieles con los sueldos. Ruz espera cual soldado con bandera blanca a la espera de la rendición. Y mientras, el tripartito ilicitano se frota la manos. 

Este es el panorama de Elche después de que ésta semana en Elda, el PP haya perdido otras dos concejales que fueron obviadas también por el reparto de sueldos por la entonces candidata, la senadora Adela Pedrosa. En los próximos días, mientras el PP azuza con la tasa turística, intentar rematar a Vicent Marzà con el plurilingüismo, debe hacer frente a los problemas domésticos de Elda y Elche, y al candidato a la Alcaldía que asoma por Alicante. Otoño caliente, pero en la sombra.

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