ORIHUELA. El teatro quiere llegar a todos los vecinos en Orihuela. No solo a nivel pasivo, como espectadores, sino que quiere que los propios residentes exploten su vena creativa y se acerquen a él de forma activa. El Taller Municipal de Teatro y el Teatro Científico del Museo Didáctico Interactivo de Ciencias de la Vega Baja (MUDIC), son dos de los ejemplos con proyectos en marcha en marcha.
El Taller Municipal de Teatro, en fase de inscripción de lugar a todos aquellos, niños, jóvenes y adultos que desean explorar su vena artística en Orihuela. El taller, que comienza en diciembre y finaliza en junio tiene como fin introducir a las personas aspirantes al mundo de la actuación en materias teórico-prácticas en las que se trabajarán aspectos como la expresión corporal, prácticas de voz, técnicas interpretativas, el proceso de puesta en escena, y análisis y reflexión sobre el hecho teatral.
Todo este proceso correrá con el fin de poner en práctica lo aprendido con la puesta en escena de una obra de teatro que se estrenará a final de curso en el Teatro Circo “Atanasio Die Marín”.
Esta iniciativa, según sus creadores, continúa desde hace años, por "la importante participación que ha suscitado esta iniciativa cultural en el municipio" interesados en el aprendizaje de la técnica teatral como disciplina y como proceso creativo, a fin de potenciar su desarrollo personal del alumnado.
El Taller Municipal centra su labor en la formación de los alumnos para descubrir y potenciar sus capacidades artísticas y creativas, realizando al final del período formativo al menos una muestra del resultado de su aprendizaje en el municipio, todo ello coordinado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Orihuela.
Por primera vez, este año, se ha adjudicado el servicio mediante un proceso de contratación abierto, con mejoras y más presupuesto, unos 30.000 euros, además de los gastos para la puesta en escena de la obra final, incluyendo vestuario.
Además, este año habrá un monitor de apoyo por si se inscribiera algún alumno con necesidades especiales. También se prepara una bolsa con 30 horas extras por si fuera necesario ampliar el horario normal para perfeccionar las clases.
Por su parte, el MUDIC se ha convertido en un emblema de la comarca para la difusión y divulgación de la ciencia y la tecnología a todos los públicos. Además, se ha erigido en adalid de las mujeres científicas con una obra que difunden por toda la Comunidad Valenciana, que surgió en 2016, y que aún tiene recorrido. Se trata de El silencio de Amanda, el silencio de María, que tiene como primer fin representar el desarrollo de una clase de ciencias cercana a metodologías de enseñanza aprendizaje guiado de problemas.
Pero, principalmente, acerca a los asistentes el tema de que cada vez hay más mujeres en laboratorios y universidades, pero son pocas las que lideran grupos de investigación y centros científicos. Las mujeres proponen soluciones y reivindican su papel.
El relegar la mujer de liderar proyectos en ciencia refleja una injusticia. En laboratorios y universidades, los logros científicos y la presencia de las mujeres es cada vez mayor -el 39% del personal investigador en España es femenino según el informe Científicas en Cifras, de 2015. Su sueldo también sigue siendo más bajo.
Intentar reducir "la brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) que persiste desde hace años en todo el mundo es otro de los objetivos de esta obra. Y, además, denunciar las situaciones de acoso escolar y sobre todo la necesidad de no permanecer en silencio cuando se producen y denunciarlas a padres y profesores. Esta obra, también denuncia los casos de violencia de género entre adolescentes que por producirse en pareja son menos conocidos por los demás compañeros y por lo tanto todavía menos denunciados que los de acoso escolar.
Los retos del futuro exigen que haya una profunda reflexión ética sobre la investigación científica que implique a toda la sociedad. ¿Y qué mejor herramienta que el teatro para llevarla a cabo?