¿Para eso fuimos a la guerra?
El Pepé se la juega con un señor de Orense. Con el cadáver aún caliente del joven Casado, los gerifaltes del partido han apañado el advenimiento de Feijóo a la presidencia. El elegido presume de gestor moderado, pero no da ni frío ni calor. Lejos está de despertar entusiasmo entre los votantes