El expresidente de Santa Ana, Antonio Iniesta, en su época al frente del Alicante C.F.ALICANTE. El juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante acaba de cerrar una de las primeras subastas judiciales de activos de la promotora Santa Ana, inmersa en el cumplimiento del plan de liquidación propuesto por el administrador concursal. Según el certificado de cierre de la subasta, se han recibido ofertas por los ocho lotes a concurso (otras tantas viviendas de una promoción de la constructora en la localidad alicantina de Benissa), lo que permitirá recuperar unos 485.000 euros.
El importe de las pujas recibidas por los ocho activos rebaja, no obstante, el valor de tasación de los lotes a subasta. Así, el valor de tasación total de las ocho viviendas subastadas rozaba los 700.000 euros, según la información publicada en el portal de subastas del Boletín Oficial del Estado (BOE). Es decir, si las pujas se confirman y los compradores hacen efectivo el ingreso, el juzgado recuperará un 70% del valor de los inmuebles, ubicados en el residencial Santa Ana de Benissa, en la calle Doctor Pedro Crespo.
Como ya publicó Alicante Plaza, el juzgado de lo Mercantil aprobó a principios de año el plan de liquidación de la matriz del Grupo Santa Ana, Consorcio de Promoción y Vivienda de Alicante S.L. (Coprovi), que incluía la subasta de los activos que aún conservaba la mercantil para poder pagar a los acreedores, que fundamentalmente son bancos (algunos de los cuales, como es habitual, concurrirán a estas subastas para quedarse con los inmuebles).
La deuda que se calcula para la cabecera del grupo Santa Ana es de unos 54 millones de euros, aunque si se tiene en cuenta a todo el grupo la cifra se dispara por encima de los 100 millones. Los principales acreedores, además de otras empresas, son los bancos (especialmente la Sareb y el Banco Sabadell). Los administradores concursales (un abogado, un economista y una constructora acreedora de la firma) han propuesto al juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante proceder a la subasta de los bienes inmuebles de la mercantil para hacer frente a las reclamaciones económicas.
Por otro lado, como también ha contado este diario, la filial de Coprovi, Consorcio Empresarial San Vicente Sur S.A., está también a punto de iniciar la ejecución del plan de liquidación. Un plan que incluye como principal medida la de subastar la Villa Universitaria de San Vicente del Raspeig, uno de los activos más apetecibles del entramado Santa Ana. La villa, gestionada ahora también por un administrador concursal, ha comenzado a ser rentable, pero es el único activo cuya subasta es capaz de generar unos ingresos suficientes como para cubrir (al menos en parte) las reclamaciones de los bancos, que suben a 18 millones de euros.
La puja se abrirá en septiembre a través del portal especializado eactivos.com, pero si no llegaran pujas por encima de un valor mínimo, o si no las hubiera, los bancos podrían instar la ejecución hipotecaria y quedarse con el inmueble. Un escenario que nadie quiere contemplar, y frente al que se mantiene la esperanza de que alguno de los inversores que se han interesado por el inmueble en los últimos meses termine finalmente pujando. Entre los interesados, como ha contado este diario, destacan un fondo de capital riesgo de origen valenciano y un grupo especializado en gestionar este tipo de complejos.
