ALICANTE. Quien no ha tenido pueblo no ha tenido infancia o adolescencia. La vida es distinta en el pueblo y, aunque sea a ratos, experimentar allí esas efervescentes fases de la vida te hace inevitablemente de otra pasta. Un pueblo nutre emocionalmente de algo difícil de olvidar después, cuando eres adulto. Y es que esas etapas, que no solo son de crecimiento, sino que forman parte de un proceso constituyente de la personalidad, forjan los recuerdos más vibrantes y sientan, incluso, las bases de las emociones futuras.
De todo ello se tiñe el texto que el italiano Cesare Pavese firma y escribe entre el 20 de junio y el 4 de octubre de 1948 bajo el título El diablo en las colinas. Un libro publicado en 1949, tan solo un año antes de su suicidio. Obra que ahora recupera la editorial Stirner, comandada por Víctor Olcina y Adriano Fortarezza, dos alicantinos afincados en Madrid que habitualmente rescatan de la sepultura del olvido esas pequeñas joyas de la lectura a las que otras editoriales quizá no han prestado la suficiente atención.
El último libro de Pavese es una de las recientes incorporaciones al catálogo (casi apto solo para coleccionistas) que está creando esta editorial independiente. Tanto es así que algunas de ellas ni siquiera habían sido traducidas al español, como era el caso de Correspondencia, con las cartas cruzadas entre 1910 y 1955 por Hermann Hesse y Thomas Mann, o La sabiduría del corazón (The wisdom of the heart, 1941), de Henry Miller.
Enamorados de lo exquisito, Olcina y Fortarezza despiertan del sueño de los justos a Pavese, parándose en esta pieza que plasma el sentimiento melancólico y nostálgico que le llevó a la tumba, no sin antes haber dejado por escrito esas vivencias en el campo que le marcarían hasta el final de sus días. Esos veranos irrepetibles en el pueblo.
Pavese nació en el Piamonte y es en sus colinas, pueblos y viñedos donde se narra esta historia que tiene a tres jóvenes adolescentes como protagonistas y, como hilo conductor, sus deseos de probar cuáles son todos sus límites. Las descripciones de sus caminatas por el campo, las veladas nocturnas o los baños en el río se entremezclan en los diálogos de sus intensas charlas, a veces profundas y otras veces banales, pero siempre interesantes. Un viaje entre amigos donde el escenario, casi mitificado, cobra una enorme importancia.
El autor de Trilogía sucia de La Habana cierra su célebre Ciclo de Centro Habana con una novela sobria y autobiográfica, en la que las latencias inexpresadas son tan importantes como la palabra escrita. El protagonista sigue siendo el mismo, Pedro Juan, un hombre que apura la vida a tragos, parco en palabras, amante del ron y de las negras de Centro Habana. En la idea de ganar algo de distancia y soledad, se refugia en una casita de Guanabo, pero sus intentos de poner orden chocan con una vida excesiva, acechada por las angustias y las pasiones.
Los Lewitz, una familia de editores asentada en Barcelona se fija en el fulgurante ascenso de una nueva estrella literaria que arrasa en las redes: Paranoicaconreflex. Viendo que nadie consigue firmarla, Roberto Lewitz, director de la casa editorial A Contrapelo, decide urdir un plan junto a Ariel, Azriela y Roma, sus estrambóticos hijos, para atraer a sus filas a la joven poeta y publicar su opera prima. Esta comedia negra en tres actos, novelada a ocho manos, explora la delirante cadena de sucesos en que se ve envuelta la protagonista a raíz de su exposición pública, que acaba por involucrar a lo más granado de los bajos fondos de la ciudad poniendo en jaque la publicación de la obra.