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remodelación de la antigua nave de la tabacalera en las atalayas 

Sprinter invertirá 3,9 millones para convertir Altadis en su centro logístico nacional en 6 meses

29/07/2017 - 

ALICANTE. Todo listo para la llegada de Sprinter al polígono de Las Atalayas de Alicante. La cadena especializada en la venta de ropa deportiva, con sede en Elche, obtuvo este jueves la licencia definitiva para convertir las antiguas instalaciones de Altadis, de 146.000 metros cuadrados, en su centro de operaciones desde el que organizar la distribución de sus productos para toda su red nacional de tiendas: más de 100 puntos de venta y 2.600 empleados. 

Según pudo concretar Alicante Plaza, la compañía fundada por las familias Bernard y Segarra, inyectarán casi cuatro millones de euros (3.960.000) en la reconversión del centro de producción de cigarrillos -que Altadis puso en marcha en 2002 y que acabó abandonando en 2010- en su nuevo nodo logístico. Sprinter destinará la mayor parte de esa inversión a la construcción de un nuevo edificio: un silo autoportante robotizado de más de 20 metros de altura en el que se clasificarán más de 300.000 cajas.

Esa parte del proyecto llevó a la Concejalía de Urbanismo a dictar una instrucción por la que se daba cabida a este tipo de instalaciones en áreas industriales, al no estar contempladas en el Plan General actual, aprobado hace 30 años. En principio, la ejecución de los trabajos debería estar finalizado en un plazo de seis meses. De hecho, como viene informando este diario, la previsión inicial de la compañía era poder trasladar a Alicante su estructura logística -ahora asentada en Dolores- antes de que finalizase el primer semestre de 2018.

La mayor parte de la inversión se destinará a la construcción de un nuevo edificio: un silo autoportante robotizado de más de 20 metros de altura para almacenar y clasificar 300.000 cajas

Sprinter firmó a principios de 2017 un acuerdo de arrendamiento de 20 años de duración por las antiguas naves de Altadis, adquiridas por el grupo Baraka a finales del 2016. Entonces, no trascendió ni el importe por el que Baraka (del empresario Trinitario Casanova) adquirió la nave a Altadis, ni el precio del alquiler pactado con Sprinter. Sea como fuere, esa venta supuso que la tabacalera cuadrase una operación especialmente rentable, ya que había cerrado un convenio con el Ayuntamiento de Alicante, bajo el mandato de Díaz Alperi (PP), por el que cedía la propiedad de la antigua fábrica de tabacos (hoy reconvertida en el complejo cultural Las Cigarreras) a cambio de cuatro parcelas urbanizables valoradas en más de 15 millones de euros. Ese acuerdo comprometía a Altadis a mantener la actividad y los puestos de trabajo en la ciudad. Esa parte del acuerdo quedó infringida con el cierre de la planta iniciado en 2008.    

Sólo en concepto de licencias y el pago del impuesto de construcción, la instalación de la cadena de distribución de ropa deportiva en Las Atalayas supondrá unos ingresos de más de 160.000 euros para las arcas municipales. Todo, además, del efecto llamada que, según fuentes empresariales, puede provocar para atraer otras inversiones similares.             

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