ALICANTE. Varios de los principales bancos españoles han vendido en los últimos tiempos su 'ladrillo' y sus divisiones inmobiliarias a grandes fondos de inversión, con el objetivo de desanclar de su balance los activos tóxicos que arrastraban desde hace casi una década. El último caso ha sido el de CaixaBank, que ha vendido el 80% de Servihabitat y de su cartera de activos inmobiliarios al fondo Lone Star.
En el Banco Sabadell, sin embargo, la estrategia parece ser otra. Como ha venido contando este diario, la entidad con sede en Alicante (donde se domicilió el pasado octubre por el desafío separatista) tiene en el mercado casi 11.000 millones en 'ladrillo', de los cuales acaba de colocarle 900 (en 'colas' de hipotecas heredadas de la extinta CAM) al fondo noruego Axactor, especializado en impagos. Pero en cambio, no tiene ninguna intención de deshacerse de su división inmobiliaria, Solvia. Al menos, por el momento.
Solvia, creada para gestionar la cartera de activos adjudicados al Sabadell en plena crisis, se ha ido posicionando como una de las firmas de referencia en el sector de la intermediación inmobiliaria, hasta el punto de abrir varias 'tiendas' de pisos (las Solvia Stores) y convertirse en comercializador de promociones de terceros. O, como se llama esta función en la jerga del sector, en 'servicer'. Entre sus clientes más destacados se encuentra precisamente la Sareb, el 'banco malo' creado para asumir esos activos tóxicos herencia del estallido de la burbuja.
Así, hoy por hoy el Banco Sabadell no tiene entre sus planes deshacerse de su división inmobiliaria, que ha tomado el camino de la profesionalización. De hecho, según ha podido saber Alicante Plaza, la idea es que sea Solvia quien comercialice el 'ladrillo' que la entidad tiene ahora a la venta, aún cuando ya haya sido traspasado a los fondos interesados. Es decir, que Solvia actuará como 'servicer' de dichos fondos, como lo es ahora del banco, de la Sareb o de otros grandes propietarios (entre ellos, alguno tan conocido como Neinor Homes).
Lo que sí quiere quitarse de encima la entidad que preside Josep Oliu es el 'ladrillo' tóxico, que ha puesto en el mercado en cuatro grandes paquetes o 'proyectos'. Así, tras adjudicar el proyecto Galerna, compuesto por los citados 900 millones en restos de hipotecas, el Sabadell espera adjudicar a lo largo de este mes el resto de proyectos: el Makalu (2.400 millones en préstamos promotor y pyme con garantía), el Coliseum (2.500 millones en activos adjudicados) y el Challenger (5.000 millones en activos adjudicados al Banco Sabadell).
De los tres proyectos restantes, solo el Challenger está libre de activos herencia de la CAM, y por tanto no cubierto por el Esquema de Protección de Activos (EPA) que otorgó el FROB a la entidad al adjudicarle la extinta caja alicantina. Este EPA cubre, como se recordará, el 80% de las pérdidas que pueda ocasionarle al Sabadell la venta de los activos tóxicos de la caja. Las garantías vencen en 2021, pero con estos proyectos en el mercado el banco prácticamente se quitará de encima la herencia de la CAM.
Y esta circunstancia, tal como contó el digital Vozpópuli, supone un problema para el FROB. Porque se da por sentado que los fondos comprarán estos paquetes con fuertes descuentos sobre su valor nominal, de forma que se producirán unas pérdidas el 80% de las cuales debe cubrir el Fondo de Garantías de Depósitos. Según publicó el citado diario y confirman a Alicante Plaza fuentes del mercado, el FGD no tiene en estos momentos suficientes recursos para afrontar ese pago de una vez (en teoría, este mismo mes). Esto obligaría a una 'derrama' entre las entidades bancarias que nutren dicho fondo, pero además, al estar participado por el sector público, la factura elevaría el déficit del país.
La solución que se negocia para evitarlo, según explican fuentes conocedoras de los contactos, es crear una nueva sociedad con cada uno de los fondos que adquieran los paquetes afectados por el EPA (Makalu y Coliseum) y traspasar este 'seguro' a la nueva sociedad. De esta forma, el FROB iría abonando la factura a medida que se fueran comercializando a través de Solvia los activos vendidos a los fondos.
Según estas fuentes, los compradores del 'ladrillo' del Sabadell tendrían la mayoría de estas nuevas sociedades, y el banco una participación minoritaria, quizá 80-20. De momento, no hay nada cerrado, pero parece que las negociaciones, que necesitan el visto bueno del Ministerio de Economía, avanzan en esta línea.