ALICANTE. Gustavo Siviero seguirá al frente del banquillo del Hércules por lo menos hasta el domingo.
En contra de lo previsto, la tormenta no descargó sobre Foguerer Romeu Zarandieta este lunes y el entrenador argentino conservó el puesto gracias, en gran medida, al apoyo de Javier Portillo que por enésima vez evitó que Juan Carlos Ramírez prescindiera del técnico.
La noche del domingo parecía que, a diferencia de ocasiones anteriores, ni el director deportivo iba a poder frenar un cambio en el banquillo pero no fue así. Ahora bien, un nuevo pinchazo ante el Peralada le costará el puesto a Siviero ya que los números cosechados y la situación clasificatoria del equipo, más cerca del descenso que del 'play-off', es límite.
Como argumentos en favor de entrenador, además del trabajo y las importantes bajas con que ha de lidiar (y seguirá teniendo que hacerlo porque Juli y Chechu no van a volver esta jornada), pesan que "la plantilla mantiene intacta su confianza en él", algo que desde el club se valora mucho, como también que no "está pegando bandazos" con sus decisiones y se mantiene fiel a una idea de juego que no ofreciendo buenos resultados, "sí los merece mejores".
La de este lunes es la tercera bola de partido que salva Siviero que ya estuvo en el disparadero tras el empate ante el Badalona y la derrota con el Ebro. Trabajar bajo presión no es lo más aconsejable pero los blanquiazules tienen ahora tres partidos ante equipos de la parte baja en los que todo lo que no sea ganar supondrá un serio paso atrás y terminar de complicarse la vida, clasificatoriamente hablando: el Hércules recibe el fin de semana al Peralada, luego gira visita al Formentera y regresa al Rico Pérez para medirse con el Peña Deportiva. No ganar ninguno de los dos partidos de Alicante, especialmente el primero, supondrá la destitución de Siviero como también no arañar como mínimo un empate en el Municipal de Formentera donde Baleares y Ontinyent han ganado y Alcoyano y Ebro empatado.