ALICANTE. Los emprendedores Noel Ibáñez y José David Sapienza son los creadores de Siissu y ambos tienen experiencia enseñando a nadar a pequeños. Después de varias experiencias, pensaron en el miedo que a algunos niños les da el momento de aprender a nadar y pensó en una solución que pudiera ayudarles a sentirse más seguros en ese momento y que también facilitara su aprendizaje. El resultado, según explican en su propia web, es un bañador de natación, que favorece el aprendizaje del niño de una manera más rápida gracias a sus cinco planchas de flotación generando una máxima seguridad en todo momento. El fin de este bañador, está principalmente dirigido a la formación y enseñanza pero también dispone ser utilizado como recreativo y lúdico.
Y es que, Ibáñez y Sapienza descubrieron que la enseñanza en este campo estaba limitada y que en la iniciación de la natación, los niños están desconfiados y con miedo al agua ya que es un entorno desconocido al cual no están acostumbrados y además los objetos acuáticos flotantes no proporcionaban la eficiencia suficiente para que el niño aprendiese una correcta técnica del nado.
Así, preparan un pack que incluye bañador, planchas de aprendizaje de varios niveles, una mochila y una guía metodológica online para saber cómo usarlo.
Además, los creadores aseguran que no tratan de "vender bañadores", sino "una experiencia de disfrutar aprendiendo a nadar de una manera rápida y eficaz. Proporcionando a los niños seguridad, diversión y pasión por lo que hacen". Así, quieren dar facilidad en el desarrollo en la enseñanza monitores, acelerando el aprendizaje, y poder alcanzar un mayor número de niños por clases.
El sistema que han ideado contienen varios niveles. Uno de familiarización, con un primer contacto del niño con el agua y adaptación al medio usando las cinco planchas de Siissu y material auxiliar para axilas o manos. "Así conseguimos que el niño se familiarice con la posición horizontal de nado y gane equilibrio, resistencia y confianza". El segundo nivel es de flotación y desplazamiento, con el uso solo de tres planchas, para que el niño empieza a sentirse seguro, y que tenga que esforzarse más para ser capaz de mantenerse en el agua y desplazarse utilizando la combinación de brazos y piernas. El nivel tres es de autonomía acuática dejando solo la plancha dorsal para mantener la seguridad, y consiguiendo que el niño adquiera la fuerza, resistencia y coordinación suficiente para mantenerse horizontal y desplazarse por el agua de manera autónoma.