Mapa que indica dónde no se pueden solicitar por ahora licencias ELCHE. El pasado mes de octubre el Ayuntamiento inició una consulta pública con una primera propuesta de plano del municipio sobre el que por ahora no se podrían instalar plantas fotovoltaicas. Un punto de partida para el encaje en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) mientras que se ha suspendido durante un año la posibilidad de presentar licencias de construcción de estas plantas. Durante el proceso de alegaciones, la asociación de vecinos de Santa Anna, de las más activas contra estas instalaciones al ser de las que tienen más potenciales proyectos en su zona, presentaron un recurso de reposición a la suspensión y que aún está sin resolver por parte del Consistorio.
El recurso se interpuso contra este acuerdo de suspensión (rubricado el 21 de septiembre y operativo desde el día 29 del mismo mes al presentarse en el boletín autonómico), porque entienden que deja fuera del ámbito de aplicación de la suspensión a la pedanía, "quedando por ello desprotegido, el suelo no urbanizable de moderado valor agrológico y las zonas residenciales, recreativas, turísticas y habitadas". Esgrimen que es prácticamente la única zona del término municipal que queda fuera del ámbito de aplicación de la suspensión, y que por ello se convierte en una zona vulnerable para que allí acaben posibles "macroproyectos". Por ahora, el gran proyecto de Greenalia de 20 MW decayó, mientras que sigue en trámite el de Eurener.
En el recurso se presentaron cuatro alegaciones. Piden que se amplíe el plazo de la suspensión cautelar para incluir los suelos no urbanizables de capacidad agrológica moderada —la Lotup y el mapa cartográfico permiten la suspensión de licencias en terrenos de alta y muy alta capacidad agrológica o moderada si lo decide el pleno municipal—, así como que se amplíe el ámbito de aplicación de la suspensión, teniendo en cuenta zonas residenciales como la de la pedanía. Recuerdan que es posible si el Ayuntamiento justifica mediante informe la posible degradación del entorno paisajístico próximo a usos residenciales o de alto valor de relevancia local. Explican que no se ha tenido en cuenta el camping turístico y ecológico, de uso deportivo y residencial o el centro cívico con instalaciones recreativas y deportivas.
En su tercer punto piden que se actualice el mapa porque se elaboró en base a la cartografía del Institut Cartogràfic Valencià, que está desfasada en sus planes sectoriales, poniendo de ejemplo que los datos del plan de inundaciones, el Patricova, son de 2015. Y tampoco están actualizadas las zonas de regadío o protecciones de cultivos o denominaciones de origen como pueden ser la producción de dátil y la granada mollar, respectivamente.
Y por último, aportan las firmas físicas 3.500 vecinos y más de 750 online solicitando la suspensión cautelar de la implantación de estos proyectos en todo el suelo no urbanizable hasta que se modifique el Plan General. "Excluyendo autoconsumo y comunidades energéticas", matizan, y añaden en el escrito que esta fue una reclamación asumida como compromiso por el alcalde Pablo Ruz en campaña electoral, "por lo que se le apoyó en gran parte desde el Camp d'Elx", recuerdan.
La asociación entiende que los proyectos presentados pueden afectar "notablemente" a su entorno y que pueden tener un impacto sobre el paisaje, asegurando que llevan asociadas instalaciones "que crean campos electromagnéticos y pueden afectar a la salud de sus vecinos". También que estas solares pueden aumentar cuatro o cinco grados la temperatura en sus inmediaciones, ruidos molestos, aumento de escorrentía, aumentando el riesgo de inundación en otras viviendas o eliminación de zonas de arbolados y cultivo que ayudan a la autorregulación con las precipitaciones. "Aumentando, por tanto, el riesgo de lluvias torrenciales, disminución de puestos de trabajo, cultivos, biodiversidad"...
Eso sí, desde la asociación señalan que tras la presentación del recurso tuvieron un encuentro con el edil del área y vicealcalde, Francisco Soler, en el que se comprometerían a dar una respuesta pronto y que aún no ha tenido lugar, y que habría quedado aplazada al final de Navidad.
