ALICANTE. Carmela, el disco debut de Rocci Mefer, está disponible en todas las plataformas digitales desde el pasado 10 de agosto, cuando lo presentó en su pueblo natal, Valencia de Don Juan (León). Cita que convirtió en toda una declaración de intenciones para el resto de la gira que acaba de arrancar y que le llevará a Benidorm, el 3 de septiembre, a las 21 horas, en Piccadilly Karaoke. Y es que no solo se trataba de mostrar su carta de presentación como artista con este primer disco, sino que también lo convirtió en una oportunidad para denunciar el abandono que sufre la España vaciada. Algo que seguirá haciendo de ahora en adelante. “Mis conciertos son el medio concienciar sobre la problemática de la despoblación”, afirma la autora de este disco compuesto por diez temas inspirados en la reciente pérdida de su madre e influenciados por la música negra.
La artista quiere que su música ayude a enriquecer esos rincones de España que se están viendo sensiblemente menguados e incluso en algunos casos borrados del mapa. Lo hará a través de una asociación sin ánimo de lucro que ya está poniendo en marcha. Por ello quiere poner en marcha diferentes iniciativas locales que ayuden a mejorar la situación de tantos municipios olvidados al tiempo que lleva su música a todos ellos, con este primer trabajo que llega ahora en formato vinilo, acompañado de una gira presentación con la que culmina un año y medio de trabajo de estudio. Proyecto musical en el que pone de manifiesto el amor infinito hacia una madre y los beneficios terapéuticos de la música para superar toda adversidad. Y es que la cantante muestra su parte más humana con canciones compuestas por ella misma. Un trabajo inspirador que habla de duelo, superación y optimismo, desde un lenguaje cercano y empático, con un mensaje cargado de valores-
— La despoblación no es algo que habitualmente vaya ligado a la música, pero es tu carta de presentación con este disco debut. ¿Qué aporta la música en este sentido?
— Mis conciertos son el medio para reunir a las personas interesadas y diseñar una jornada, en colaboración con los Ayuntamientos, donde concienciar sobre la problemática de la despoblación y lo que a este nivel local se puede hacer para combatirlo.
— ¿Qué tipo de iniciativas locales estás impulsando para combatir la despoblación?
— Mi tarea es hablar con los concejales o alcaldes de los ayuntamientos de localidades sujetas a estudio, para que la música llegue a esos pequeños rincones, ya sea en sus fiestas patronales o bien creando un concierto especial, dónde se dé una charla de concienciación previa al concierto, hablando de despoblación junto con artesanos y personas que generen valor en sus municipios, creando así una jornada que atraiga al público a través de la promoción para personas vinculadas o no a la población en cuestión. Por ejemplo, en Valencia de Don Juan hay artesanos, agricultores, ganaderos, etcétera y organizamos una cita en la que esa cultura rural se acerca a personas que quieran pasar un día diferente, sean o no de la localidad.
— En este disco abordas una importante pérdida familiar. ¿Qué frutos te ha dado esa terapia que has experimentado desde la música?
— Toda pérdida debe ser honrada y recordada. En este caso, mi música nace del instinto y de lo que mi madre dejó en mí a lo largo de los años. Dedicar un disco es sanador para quien lo compone. Por otro lado, el hecho de recordar a mi público el valor de las personas que queremos para que así les dediquen el tiempo que se merecen, hace que se muevan las conciencias. Esa es mi misión: concienciar. Y así me expreso yo: escribiendo. Escribo a diario, desde que tenía siete años. De hecho, todavía conservo el libro Yo, una Amish y una maqueta de una canción, obras que escribí cuando viví en Francia.
— ¿Te ha costado recupera o encontrar el optimismo después de este duelo?
— Afortunadamente, soy luchadora y positiva, y cuento con mi padre, persona por la que lucho cada día para traerle alegría e inspirarle fortaleza. Siento mucha ternura por él; sé por lo que está pasando y quiero ser útil para él haciéndole la vida más llevadera. Por él he sabido llevar esta pérdida con valentía, pero también por mí: me prometí a mí misma, cuando fui levantando cabeza del duelo, que no llevaría una losa a mis espaldas y seguiría siendo la misma persona alegre que soy.
— ¿Qué expectativas profesionales y personales pones en este primer proyecto musical? ¿Cuáles son tus objetivos?
— Mi intención es juntar mis dos vocaciones. Por un lado, la música y, por otro, mi parte más misionera. Es decir, quiero ayudar con mi música, que sirva para defender los derechos de los artistas más vulnerables. Quiero ayudar a todas aquellas personas que pasen por un duelo. Además, a través de la asociación que estoy poniendo en marcha, quiero acercar la autenticidad de los destinos a las personas que quieran vivir de cerca una experiencia única, y aquí es donde tiene cobra importancia la España vaciada.
Es por eso que mis objetivos son, en primer lugar, crear dicha asociación; segundo, recaudar fondos para la España vaciada e impulsar iniciativas locales y, tercero, estar presente en los festivales para concienciar al público y remover conciencias.
— Háblanos del proceso creativo de Carmela. ¿Cuánto tiempo te ha requerido? ¿Cómo han ido surgiendo esos diez temas? ¿Qué has querido contar? ¿Cómo has tejido el hilo narrativo?
— Carmela se creó en dos días. Durante el primero, la melodía vino a mi cabeza y, en el segundo, puse la letra. Fue una canción que vino a mí sin meditarla, sólo sé que me vino en inglés y así la compuse. Supongo que mi alma quiso expresarse en ese idioma. Sólo pensé en góspel y fluyó.
Por otro lado, los diez temas surgen de camino al metro para ir al trabajo o a casa de alguna amiga. En esos momentos, me grabo en el móvil y, cuando llego a casa, desarrollo la letra. De hecho, cuando murió mi madre empecé a escribir el formato de mi segundo libro, pero solo lo dejé esbozado, pues la música fue la que habló con voz propia y tuve que posponer el proyecto de libro, para el cual con el tiempo llegará su momento.
Con este disco he querido contar mi duelo, he querido dar esperanza a mi padre a través de la canción Estás junto a mí, he querido honrar a mi madre y he querido recordar un momento muy feliz: la celebración de mi cumpleaños con mis dos amores: mi padre y mi chico, con la culminación de un viaje a Cuba que trajo consigo la canción Suena Cuba.