ALICANTE. Los restos mortales de Rafael Altamira viajan camino a El Campello desde el cementerio de México DF. Fuentes del ayuntamiento campellero han precisado este domingo, a través de un comunicado, que "unas horas después de que el viernes fueran exhumados" los restos del humanista y de su esposa, Pilar Redondo, los ataúdes fueron embarcados el sábado en el aeropuerto de Ciudad de México en un avión con destino al aeropuerto de Madrid-Barajas.
Según las mismas fuentes, los operarios de la funeraria mexicana contratada para cumplimentar todo el operativo (Gayosso) ultimaron el trabajo con los preparativos de los cuerpos en el interior de sendos ataúdes de madera y zinc, como marcan las normas internacionales en estos casos. Después, fueron precintados y envueltos en cajas de cartón. Una vez en Barajas, y superados los trámites en Aduanas, recogerá el testigo del operativo la funeraria española ASV, que trasladará los ataúdes por carretera hasta El Campello.
"El humanista y su esposa regresan por fin a España, décadas después de su fallecimiento en México: Rafael en 1951, y Pilar en 1957. Se cumple así su deseo, expresado en una concedida al diario ‘El Día’ el 2 de mayo de 1935, en la que declaró que "Cuando se me aparte de la vida oficial, me retiraré al rincón de mis amores más gratos: al Campello", según concreta la nota pública.
Las mismas fuentes inciden en que la vinculación de la familia Altamira con El Campello "está más que constatada". Altamira pasó largas temporadas durante su juventud, en la casa familiar situada en el municipio. En el Cementerio Municipal están enterrados sus padres y sus abuelos, y tres de sus bisnietos residen actualmente en El Campello: Luz, Javier e Ignacio.
Tras 34 meses de intenso trabajo por la burocracia que acarrea, el Ayuntamiento de El Campello ha conseguido la exhumación y repatriación. "El matrimonio descansará para siempre en nuestro cementerio", señala el alcalde, Juanjo Berenguer.
En breve comenzará la construcción de un monumento funerario, "y entonces estaremos en disposición de organizar un acto solemne al que sin duda acudirá mucha gente, porque el personaje se lo merece", concluye el primer edil.