Armando Ortuño, Ignacio Almirola, Rafael Ballester y Francisco Llopis, en la sede de Ineca. Foto: INECAALICANTE. El tejido empresarial de la provincia de Alicante sigue aumentando y reforzándose, con unas empresas que ganan tamaño aunque no el suficiente, y con señales que apuntan a una posible 'fuga de cerebros' como principales debilidades. Esa es a grandes rasgos la radiografía de la provincia que se extrae de los datos sobre empresas contenidos en el último informe de coyuntura del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), referidos al cierre del ejercicio 2018, y los del Instituto Nacional de Estadística (INE) consultados por este diario, referidos al mismo periodo.
De esta forma, la provincia de Alicante alumbró el año pasado un total de 4.814 nuevas sociedades mercantiles, una cifra que supone que levantaron la persiana un 1,6% más negocios que en 2017 (4.738). En el lado de la 'mortalidad', Alicante vio desaparecer a 812 empresas, ligeramente por debajo del dato que se registraba un año antes (819). Un comportamiento que contrasta con el que se registraba a nivel nacional, donde la creación de nuevas empresas aumentó justo la mitad, un 0,8%, y las muertes aumentaron un 3,5%. El peso relativo de la provincia en el censo de mercantiles del país, tras el ejercicio pasado, sube hasta el 5,1%. Esas 4.002 nuevas empresas que se añaden a la nómina elevan el número de sociedades alicantinas hasta 138.964.
Alicante no solo tiene más empresas que hace un año, sino que estas son más grandes. Así se desprende de los datos elaborados por Ineca en base a las afiliaciones a la Seguridad Social. Así, el tamaño medio de las empresas de la provincia se aproxima a 8 empleados (7,88), tras crecer casi un 12% desde 2014. En el mismo periodo, el tamaño medio de las empresas en España ha aumentado un 10,4% hasta 10,35 empleados. "Es una tendencia muy positiva porque la mayoría de empresas de la provincia son pymes o micropymes", señalan desde Ineca.
En cuanto al incremento del tamaño de las empresas, no obstante, las tendencias varían en función del sector que se analice. Así, el mayor incremento relativo se registra en el sector de la construcción, que en 2014 tocaba fondo y ahora está en plena recuperación: se pasa de 4 a casi 5 empleados por empresa, un incremento próximo al 20%. En el sector agrario, en cambio, se produce una reducción de tamaño del 3,6%, de más de 7,6 a 7,3 empleados. En España, las firmas del sector primario ganan tamaño, pero siguen siendo más pequeñas que las alicantinas (5,5 empleados).
Las empresas con un tamaño medio más grande en términos absolutos están en el sector secundario. La industria emplea a 12,3 personas de media por empresa en 2018, cuando en 2014 el número de empleados medio era de 11,1. Es decir, aumenta un 10,6%, algo menos que en la media estatal (+10,8%). El sector servicios también gana tamaño de forma notable, al aumentar un 14% el número medio de empleados, desde 6,7 en 2014 hasta 7,7 en 2018, según los datos de Ineca.
Otro síntoma de fortaleza de las nuevas empresas alicantinas es el capital invertido para ponerlas en marcha. Según recoge el INE, en 2018 la provincia registró una inyección de 207,4 millones de euros para poner en pie nuevos proyectos, cuando un año antes esta variable se había quedado en 149,9 millones. Es decir, esas nuevas empresas surgen con un mayor respaldo financiero, fruto de la recuperación económica, de la mayor ambición de los proyectos empresariales y del interés de los inversores por entrar en la provincia de Alicante.
Al margen del capital invertido en nuevas empresas, que se incrementa un 40% respecto al año anterior, el INE también recoge en su estadística la inyección de otros 459 millones de euros en ampliaciones de capital de empresas ya existentes. Es decir, la provincia de Alicante cerró el año con 667 millones de euros adicionales en capital social de sus empresas.
Estas buenas cifras contrastan con la alarmante pérdida de población activa en la provincia, en una franja de edad muy concreta: la de 20 a 24 años. Como alertó el miércoles el presidente de Ineca, Rafael Ballester, la tendencia apunta a que los miembros de la generación más preparada de la provincia (por una cuestión generacional, son los que acaban de terminar su periodo formativo con los planes de estudios más actualizados) está buscando oportunidades lejos de Alicante.
¿Se puede hablar de 'fuga de cerebros'? "Desde máximos de población activa, tanto España como Alicante han sufrido un proceso de pérdida de población activa. En el caso de España la perdida desde máximos es del 2,7%, mientras que en Alicante es del 5%", explica Francisco Llopis, director de Estudios. "En el 2018 España ha frenado la reducción de población activa e incluso se aprecia una ligera recuperación, mientras que, en Alicante, por el contrario, en los últimos periodos se va agravando la situación".
Así, la población activa de Alicante era de 930.500 personas en 2009, mientras que en la actualidad esa cifra se ha reducido a 883.500 personas. "El grupo de 20 a 24 en los últimos periodos muestra un descenso pronunciado, solo interrumpido por la época estiva, pero que se reactiva al final del año; este último descenso es similar a los ocurridos previamente en el 2011 y 2014 como en el grupo anterior", indica el informe de Ineca.
Ineca da la voz de alerta: la desaceleración en Alicante llega más rápido que en España
