ALICANTE. José Rojo 'Pacheta' lo tiene claro: máximo respeto hacia su rival, uno de los grandes del fútbol español, de cara a una eliminatoria en la que los suyos no tiene nada que perder, pero que ni mucho menos están dispuestos a regalar y en la que se muestra seguro de que competirán sin complejos.
En la comparecencia previa al duelo de dieciseisavos de final de la Copa del Rey que disputarán Elche y Athletic en el estadio Manuel Martínez Valero este miércoles, el preparador franjiverde dejaba claro que seguirá apostando por los futbolistas que han llevado al equipo hasta la misma: "Vamos a tratar de que jueguen todos los que nos han traído hasta aquí. Es un premio a los que tuvieron que jugar en Segovia y Yecla; son los protagonistas de esta historia y eso contribuye a hacer cada vez más fuerte el grupo", decía Pacheta que destacaba la posibilidad que le confieren este tipo de encuentros "para calibrar a determinados jugadores". Se refería el técnico a los Nacho Pastor y Mourad, titulares en la eliminatoria de treintaidosavos ante el Yeclano y que podían tener minutos e incluso ser titulares frente al Athletic e incluso al juvenil Jony del que decía que "viene apretando".
"No puedo decir que hay un equipo de Copa y otro de Liga, pero estos partidos vienen como anillo al dedo", insistía el entrenador franjiverde que no escondía su contrariedad con la imposibilidad de contar con Andoni López por culpa de la tristemente famosa cláusula del miedo (está cedido por el Athletic): "El jugador es suyo y no puedo meterme; son cláusulas que irán desapareciendo en el fútbol, el chico está triste y a mí también me entristece", señalaba Pacheta que descartaba (con la boca pequeña) para este miércoles a Gonzalo Villar, por las molestias que arrastra en una de sus rodillas (declinando confirmar o no a Iván Sánchez como su sustituto en la sala de máquinas, aunque se deshacía en elogios hacia él), pero no a Juan Cruz (aunque minutos antes había probado con Óscar Gil en su lugar).
El técnico confía en que la dosificación de minutos que está llevando a cabo permita que no le pase factura al equipo la acumulación de partidos, aunque dejaba entrever que le preocupa más el cansancio mental que el físico que puede comportar la sucesión de encuentros (será el tercero de los cinco que han de jugar en 16 días) de esta fase del curso futbolístico en una plantilla corta como la que pilota.
Pacheta insistía en "las buenas sensaciones" que ha transmitido el equipo en los tres partidos de Liga que ha jugado en enero pese a no ganarlos (dos empates como local y una derrota a domicilio) y volvía a advertir que "la segunda vuelta es lapidaria": "Se hace larga y la gente asciende y desciende en mayo", apuntaba el técnico que dejó un mensaje para el fútbol base o, más concretamente, al entorno de los chavales al que le pedía "paz con los niños", que "no tengan prisa" porque "de un millón de jugadores llega uno o dos" y que apuesten por su continuidad "en casa, estudiando y creciendo" a todos los niveles; un consejo que viniendo de un exfutbolista y exdirector deprotivo no debería caer en saco roto.
El rival
El preparador franjiverde recordaba una vez más que su objetivo es entrenar en Primera División y que espera hacerlo con el Elche, si bien no escondía que también le haría ilusión dirigir al Espanyol (se proclamaba nuevamente "perico") o al rival de este miércoles, un Athletic del que decía haberse criado cerca, al que se refería como "otro de los motores que le lleva hacia delante" y definía como "una entidad muy grande".
Pacheta pronosticaba "un partido bonito" ante un "muy bueno, duro, rápido, vertical"; un encuentro en el que no tienen nada que perder pero en el no renuncian a nada. "Viene el octavo de Primera, con jugadores descomunales y en el que da igual quien juegue porque son todos muy buenos", decía el técnico para, a continuación, enumerar a alguno de los principales activos que integra la plantilla que entrena Gaizka Garitano.