ALICANTE. El agujero de 18 millones de euros que dejó a las arcas públicas la Fundación del Hércules y la subasta del estadio José Rico Pérez, se convertían este jueves en protagonistas de la primera sesión de control parlamentario del año en Les Corts.
El president Ximo Puig y la portavoz del grupo parlamentario popular, Isabel Bonig se enzarzaban a cuenta de la adquisición en subasta del estadio por parte del Instituto Valenciano de Finanzas a cambio de 3.750.000 euros.
Como “un Gobierno que rescata estadio de fútbol propiedad de Enrique Ortiz”, así se refería Bonig al ejecutivo que preside Puig al que invitaba a destinar la citada suma “a los refugiados”. La operación del IVF servía a la portavoz popular para ilustrar "el grado de incumplimiento del Acuerdo del Botánico"la hoja de ruta del actual Consell.
Puig, además de defender la decisión del IVF de acudir a la subasta para hacerse con el estadio y recuperar con su posterior venta los 18 millones de euros que le adeuda la Fundación del Hércules, acusaba a los populares de regalarle esa suma millonaria “a un especulador en Alicante que pagaba y financiaba las campañas electorales del PP". El president defendía que su gobierno no está rescatando equipos de fútbol como decía Bonig si no "la vergüenza de este pueblo", acusando al PP de ultrajarlo.