VALENCIA. El secretario general del PSPV y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, consumó este domingo su viraje a favor de la abstención. El líder de los socialistas valencianos, que había renegado fervientemente en los últimos meses de esta posibilidad, ya comenzó a modular su mensaje desde la caída de Pedro Sánchez, en la que fue protagonista al ser uno de los 17 dimisionarios que le pusieron contra las cuerdas. Así, pese a su continuo rechazo a la opción de abstenerse para facilitar un gobierno del PP emitido por el jefe del Consell y su entorno, este domingo hizo efectivo en el Comité Federal del PSOE su voto para que Rajoy, quien ha sido objeto de críticas constantes por parte del Gobierno valenciano, se mantenga en La Moncloa.
Pero la decisión no se tomó este domingo. Desde hace días el presidente ya mostraba sus dudas e incluso su inclinación hacia la abstención en los diferentes encuentros con referentes del partido que había mantenido para fijar una posición de cara al Comité Federal. Ahora bien, las dificultades estéticas de ejecutar el viraje tras el esperpéntico derrocamiento de Sánchez y la sobreexcitación de la militancia en contra de la abstención, hicieron que el líder del PSPV mantuviera una incógnita que ya no era tal.
Estos días, los defensores de la abstención recalcaban la necesidad de dotar a España de un gobierno, de la obligatoriedad de evitar las urnas ante las dificultades del partido o la preferencia de tener a un Rajoy "débil" y en minoría en el Congreso en vez de un PP probablemente fortalecido con unos nuevos comicios. Como admiten diversos veteranos socialistas, todos o gran parte de estos factores también existían inmediatamente después del 26-J, pero los referentes del PSOE no se decidieron entonces a obligar a Pedro Sánchez a plantear una abstención. Nadie, o muy pocos, se atrevieron entonces a ponerlo sobre la mesa y las consecuencias ya son conocidas.
Con estos mimbres, el viraje de Puig no puede desligarse del mapa orgánico del partido, más aún cuando algunos de las federaciones que son sus aliadas naturales en el concepto de modelo territorial, por ejemplo, Cataluña o Baleares, han votado en contra de abstenerse.
El peso de Andalucía -Puig mantiene muy buena relación con Susana Díaz- ha sido determinante en el proceso. El jefe del Consell ha atendido las razones que se le planteaban desde las federaciones proabstencionistas y, aunque su voto no era absolutamente necesario, ha aceptado implicarse y respaldar una decisión histórica y complicada. Eso sí, el líder de los socialistas valencianos no tomó la palabra en el Comité Federal para exponer su postura. De la delegación del PSPV sí hablaron Ciprià Císcar, José Luis Ábalos, Andrés Perelló y Susana Ros. Un abstencionista por tres favorables al 'no es no'.
Como ya había informado este diario, la expedición valenciana en el Comité Federal se mantuvo fracturada a la hora de la votación. Así, fuentes del PSPV señalaron que se posicionaron junto a Puig a favor de la abstención Joan Lerma, Ciprià Ciscar, Inmaculada Rodríguez Piñero, Alfred Boix, Vicent Sarrià, Toñi Serna, Empar Navarro, Ángel Franco y José Muñoz, éste último en calidad de miembro de la Gestora.
Por otro lado, mantuvieron su posición del 'no' a Rajoy José Luis Ábalos, Gabriel Echávarri, Manuel Mata, Carmen Martínez, Susana Ros, Andrés Perelló, Pilar Molina y Elena Martín. No acudieron a la cita orgánica Jorge Alarte, Antonia García ni Vicenta Tortosa.
Un 10 a 8 que refleja claramente la división existente en el PSPV respecto a este asunto, una situación que evidencia las dificultades que tiene Puig para que su criterio se vea respaldado por sus compañeros de partido, algo que ya ocurrió cuando tomó la determinación de participar activamente en la salida de Pedro Sánchez como secretario general.
Días atrás, tal y como analizó este diario, los avisos por parte de Compromís y Podemos -socios del PSPV en el Pacto del Botánico- respecto al rechazo de una abstención socialista a favor de Rajoy se vinieron sucediendo por referentes de los distintos partidos como Mónica Oltra, a la sazón vicepresidenta del Consell, o de Antonio Montiel, secretario general y portavoz de Podemos en Les Corts.
Compromís ha asegurado por activa y pasiva que cualquiera que fuera la decisión no afectaría al Consell. Eso no significa que la coalición no planee sacar rédito político de la situación complicada que se avecina para el presidente de la Generalitat. Por su parte, desde Podemos ya se anunció que se reunirían de urgencia para analizar las consecuencias en la Comunitat de una posible abstención del PSOE. Fuentes de la formación morada apuntaron a que Montiel ya estaba organizando este domingo una reunión de la dirección de Podemos para hablar sobre este asunto en los próximos días.
Por otro lado, Puig deberá ahora soportar que la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, multiplique su discurso de la mano tendida que viene aplicando: o lo que es lo mismo, concederle su apoyo cuando tenga problemas con sus socios para garantizar la gobernabilidad argumentando que su partido ha facilitado la investidura de Rajoy.
En el aspecto orgánico, el próximo Congreso Nacional del PSPV apunta a ser agitado. Aunque todavía no hay fecha fijada y desde la cúpula de Blanquerías confían en que para entonces los ánimos se calmen, los sectores críticos con Puig -algunos favorables a Sánchez y al 'no' a Rajoy y otros asiduos al oportunismo- se han cargado de razones para, sino promover una alternativa al liderazgo, sí presionar para que la dirección del PSPV tenga una composición que les otorgue mayor presencia y cuota de poder.
Llama la atención, en este sentido, que máximos colaboradores de Puig como el portavoz del PSPV en Les Corts, Manuel Mata, la vicepresidenta de Les Corts, Carmen Martínez -recuperada del alartismo- o incluso la consellera Carmen Montón y el expresidente Joan Lerma, en el caso del Comité Federal de la caída de Sánchez, se hayan desmarcado de su líder para votar por libre en alguno de los dos Comités o en ambos. En cambio, otros dirigentes que estaban en el 'no' a Rajoy, como el secretario de Joves Socialistes, José Muñoz, han virado a regañadientes para apoyar la abstención por una cuestión de lealtad y respaldo al presidente de la Generalitat. Todas ellas circunstancias que invitan a un intenso debate orgánico en las filas del socialismo valenciano.
La magistrada apunta a irregularidades administrativas y al desequilibrio en la distribución del dinero, pero no aprecia ilícito penal