ALICANTE. A una semana de que se cierre el mercado de fichajes de invierno el Elche solo ha realizado una incorporación pese a que su técnico, Jorge Almirón, ha reclamado públicamente refuerzos (y no uno o dos, precisamente).
La situación del club franjiverde no es excepcional, pues son muchos los que necesita refuerzos en el presente mercado de invierno pero no consiguen cerrarlos. Ahora bien, solo el Elche cuenta con un propietario que es agente de futbolistas y aunque es verdad que el mercado nacional está "muy parado", Christian Bragarnik conoce bien el extranjero que para eso tiene en él el grueso de su negocio. La dirección deportiva, con Nico Rodríguez al frente, mantienen abiertas varias negociaciones, pero ninguna de ellas se cierra y no solo por razones económicas, que además no siempre consisten en que el Elche no pueda permitirse el desembolso que se pide (no olvidemos que cuenta con unos tres millones de euros de disponible en su límite salarial), también porque el propietario (que a su vez, como en el anterior mercado, también está buscando refuerzos) no termina de dar el visto bueno.
13+1 en octubre
En el pasado mercado de verano el club franjiverde realizó 13 incorporaciones: la del meta Diego 'El Ruso' Rodríguez; las de los laterales Antonio Barragán, Cifu, Sánchez Miño, Youssouf Koné; las de los mediocentros Iván Marcano, Raúl 'Guti' y Luismi Sánchez; las de los extremos Jeison Lucumí, 'Tete' Morente y Emiliano Rigoni; y la de los delanteros Lucas Boyé y Guido Carrillo.
De los anteriores, 'El Ruso', Marcone, Rigoni y Carrillo llegaron el último día del mercado, pero es que con la ventana de fichajes cerrada hubo una decimocuarta incorporación de cara a un curso liguero 2020/21 que ya había arrancado: la del central Diego González que se encontraba sin equipo (en paro tras ser víctima del Expediente de Regulación de Empleo del Málaga) y al que se firmó aprovechando que se contaba con fichas libres.
Quién aguanta más sobre la vía la llegada del tren
A día de hoy el Elche ya no cuenta con licencias disponibles pues entre el fichaje de Diego González (el chiclanero llegó fuera de mercado pero ha participado en nueve partidos de Liga, siendo titular en nada menos que siete de ellos) en la segunda semana de octubre y el de Johan Mojica (ha jugado completos los dos encuentros de Liga disputados desde su llegada) en el presente mercado de enero ha cubierto las 25 con que como máximo puede contar un equipo de Primera o de Segunda División A, tal y como establece el artículo 121 del Reglamento General de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Ahora bien, pese a que no tiene fichas libres y hay varios jugadores con los que abiertamente no se cuenta, llama también la atención que tampoco esté concediendo bajas (que sigan en el equipo el maliense Koné (en el Olympique de Lyon, el club que tiene los derechos del jugador, están que trinan con el Elche) o el colombiano Lucumí (al que el propio Almirón recomendó en verano tras haberlo tenido a sus órdenes en el Atlético Nacional).
Lo normal es pensar que de aquí al lunes (el día en que se cierra la actual ventana de fichajes), en el momento en que concrete un refuerzo se le hará sitio en la plantilla, se cederá o 'traspasará' (las rescisiones de contrato unilaterales penalizarían el límite salarial, salvo que viniesen seguidas de aportaciones dinerarias) a alguno de los futbolistas con que no se cuenta, pero puestos a jugar a quién aguanta más sobre la vía la llegada del tren, el Elche de Bragarnik podría dar un paso más y explorar la incorporación de futbolistas en paro fuera de mercado sin tener fichas libres...
Cumpliendo con lo que la Federación Internacional le venía reclamando, la RFEF ha modificado su Reglamento suprimiendo la opción de firmar fuera de uno de los períodos previstos en el caso de un futbolista que sufra con una lesión de larga duración (algo que se contemplaba en el artículo 124.3), pero lo anterior ha azuzado el debate sobre la posibilidad de incorporar a jugadores en paro (requiera o no 'transfer' su inscripción) fuera de una de las ventanas aunque no se tenga licencias libres al cierre de la última; no ha sido nunca un tema pacífico, pero con el actual Reglamento en la mano parece todavía más posible que un club puede llegar a un acuerdo de rescisión con un futbolista que tenga en plantilla (que esté lesionado o con el que directamente no cuente) creando así una ficha libre que le permita incorporar a un parado. Es más, hay quien sostiene que sería incluso factible despedir a un jugador para conseguir lo anterior (con independencia de que la Jurisdicción Social declare el día de mañana el despido como improcedente).