ALICANTE. La carrera de las votaciones primarias iniciada ya formalmente en el seno del PSPV-PSOE de Alicante no sólo debe despejar la identidad de su candidato a la Alcaldía en las municipales de mayo de 2019. El proceso expone a todos los sectores implicados a tener que superar como mínimo un obstáculo más y, lo que es peor, no menos complejo: la composición del cuerpo de la lista. Las dificultades que ya se han evidenciado para encontrar una posible figura de consenso como cabeza de cartel -tras el paso al frente protagonizado por la actual portavoz municipal, Eva Montesinos, este viernes-, se habrían agravado por la incertidumbre que todavía reina en torno al método que se va a aplicar para configurar el resto de la papeleta electoral: los puestos teóricamente de salida que siguen al número 1.
Según confirmaron fuentes del partido consultadas por Alicante Plaza, esta vez, a diferencia de lo que ha podido suceder en procesos electorales anteriores, el orden de la lista no ha sido una cuestión que haya podido formar parte de las negociaciones sobre el alcaldable, ya que tras el 39 congreso del partido, no se han sentado las bases concretas sobre cómo se debe proceder para la designación de esa plazas. Se espera todavía un reglamento en el que se determine si esos puestos se ocuparán mediante un sistema de listas abiertas, lo que permitiría que los militantes decidiesen por votación los nombres de esos aspirantes a concejales. En función de esa fórmula, aquel que obtuviese más apoyos, se situaría en los puestos más altos de la candidatura. Y, por tanto, tendría más opciones de lograr el escaño en la próxima corporación municipal.
En esa tesitura, en los contactos multilaterales establecidos entre Montesinos, el sector sanchista que encabezaría José Asensi, y la propia dirección local, alineada en torno a su secretario general, Miguel Millana, y al exsenador Ángel Franco, no se ha podido armar un pacto sobre posibles equilibrios a la hora de confeccionar esa lista: sencillamente, no ha habido nada que ofrecer y nada sobre lo que ceder porque, de momento, todo está en el aire.
La fórmula de la listas abiertas, en efecto, parece ser la opción más probable. Como mínimo, fue la que quedó establecida en los estatutos del PSOE tras el citado 39 congreso. Sin embargo, ese sistema está encontrando rechazo de las direcciones socialistas en varios territorios en los que se considera que podría dar lugar a equipos de trabajo sin cohesión. Ni para gobernar, ni para hacer oposición. Es más, podría producirse un escenario en el que el alcaldable perteneciese a una corriente concreta pero que tuviese que trabajar con un grupo afín a otra sensibilidad del partido.
Dicho de otro modo, el argumento de los detractores de esa fórmula (entre los que se encuentra la propia ejecutiva del PSOE de Alicante) es que daría pie a la configuración de listas frankenstein. Todo, pese a que, a priori, el sector que aglutine a la mayoría de los afiliados siempre podría seguir teniendo más fuerza que el resto a la hora de votar a los aspirantes a concejal que se considerase oportuno.
La primera precandidata inscrita en el proceso, Eva Montesinos, ya se refirió este mismo viernes a la indeterminación que aún existe sobre la composición del cuerpo de la lista. Señaló que, por el momento, no podía decir si estaba o no abierta a pactar la configuración del resto de la candidatura en el caso de que se impusiese en las votaciones primarias, ya que todo estaba por decidir.
Por lo pronto, sí parece definitiva la predeterminación del catedrático de la UA, José Asensi, en seguir los pasos de Montesinos y formalizar su inscripción en el proceso. Todo parece indicar que cumplimentará ese trámite el martes, último día de plazo para hacerlo. No obstante, todavía existe un mínimo margen de maniobra para que la dirección autonómica del partido pueda presentar a un candidato independiente como figura de consenso, como se pretende. Hasta este sábado no había trascendido ningún avance al respecto. Según las fuentes consultadas, la persona a la que se le había trasladado el ofrecimiento no había dado una respuesta definitiva, aunque sí se reconocía que la inscripción de Montesinos había complicado una posible contestación afirmativa.
En el caso de que no se dé esa circunstancia, el sector alineado en torno a Franco protagonizará un último acercamiento con Asensi para tratar de formar bloque y presentar una candidatura común. El problema que quedaría por resolver sería la identidad de la persona que tendría que liderarla.