ALICANTE. Los plazos se agotan. O hay acuerdo el jueves, Día de Todos los Santos, o el viernes se abren las puertas de las primarias del PSPV de Alicante para elegir a su candidato a la Álcaldía. De momento todo sigue en el aire: todos están a la espera del movimiento que pueda hacer el secretario general del PSPV, Ximo Puig, en su propósito de buscar un mirlo blanco (al estilo del fallido rector de la UA, Manuel Palomar). Si no lo hay, comenzará la carrera. Mientras, los probables candidatos están a la espera de hacer oficial su propósito de aspirar a convertirse en cabeza de cartel y el factótum de la agrupación socialista de Alicante, Ángel Franco, especula y mide los tiempos hasta comprobar cómo evolucionan los movimientos.
Por el momento, no ha trascendido la identidad de ese hipotético mirlo blanco con el tirón suficiente para aportar el pretendido valor añadido a la marca PSOE (que hasta ahora parece gozar de buenas expectativas, en función de los últimos sondeos conocidos), después de los ya citados tanteos sobre la figura de Palomar. En la cúpula del PSPV solo se insiste en la posibilidad de abrir la candidatura a la sociedad, con un cabeza de cartel que no necesariamente tenga que ser afiliado. Ni un dato más y ni un dato menos, salvo que el proceso de búsqueda está siendo supervisado directamente por el propio Puig.
Ese movimiento es el que sigue retrasando la confirmación oficial de los posibles aspirantes que han manifestado su predisposición a liderar la próxima lista municipal. A menos que se produzca un acuerdo a lo largo de los próximos dos días, la única que sí parece decidida a dar el paso de concurrir a las primarias para someterse a la elección de militantes y simpatizantes es la actual portavoz municipal, Eva Montesinos.
PASE LO QUE PASE CON EL CANDIDATO, SE DA POR HECHO QUE LA AGRUPACIÓN ESTÁ CONDENADA A PACTAR LA COMPOSICIÓN DEL RESTO DE LA LISTA
Según las fuentes consultadas por Alicante Plaza, nadie ha tratado de frenar esa posibilidad ni ha abierto una vía para el diálogo con el propósito de intentar una negociación que haga innecesaria la votación entre dos o más posibles aspirantes. Así, todo parece indicar que al menos ella mantendría su determinación de registrar su candidatura para exponerse a la decisión democrática, en la votación prevista para el 16 de diciembre (en primera vuelta). Falta por esclarecer si también pretende seguir ese camino el catedrático de la UA, José Asensi, en representación del sector sanchista, después de amagar con un anuncio de candidatura y limitarse únicamente a trasladar el mensaje de que está a disposición del partido.
Y ¿qué hará Ángel Franco, el hombre sobre el que pivota el poder de la agrupación socialista, pese a que el secretario general es Miguel Millana? De momento, especular. Franco tiene varias cartas bajo la manga a la espera de la última palabra de Ximo Puig. Si el líder del PSPV tiene candidato o candidata, Franco buscará el pacto para que éste, una vez consumado en Alicante, sea más amplio y permita al exsenador colocar más peones en las listas a las Cortes Valencianas y a la Diputación de Alicante. Si Puig no tiene el candidato pretendido, Franco puede jugar con varios nombres: el propio Miguel Millana; la diputada autonómica Sandra Martín -dicen que no está convencida del todo- o la ugetista Marisa Navarro, que últimamente suena mucho en los mentideros políticos.
Ahora, bien sea cual sea el desenlace de las primarias o del candidato impuesto (o de consenso, según se mire y los acepten el resto de sectores implicados), a lo que sí parece estar condenada la agrupación de Alicante es a pactar la futura lista electoral.