ALICANTE. Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) zanjan las últimas discrepancias internas y dan por cerrado el borrador del presupuesto del Ayuntamiento de Alicante para 2021 con la intención de que pueda aprobarse en un pleno extraordinario a mediados de diciembre, según indicó este viernes el alcalde, el popular Luis Barcala. "En estos momentos está en manos de los técnicos de Hacienda, que tienen que acabar de introducir los últimos ajustes, con la intención de que podamos presentarlos en los próximos días", explicó, a preguntas de Alicante Plaza, tras el acto de inauguración del belén del zaguán del Ayuntamiento.
Eso sí, el contenido definitivo sigue abierto a posibles modificaciones a instancias de los cuatro grupos políticos que ejercen funciones de oposición (PSOE, Unides Podem, Compromís y Vox). El primer edil apuntó que la presentación pública del borrador no implica que se vaya a elevar a aprobación en Junta de Gobierno, sino que se prevé proseguir negociando con los grupos de la oposición antes de que se inicie su tramitación administrativa. En cualquier caso, esa negociación parece tener plazos acotados, puesto que el objetivo de los dos socios de gobierno es que las cuentas puedan estar aprobadas de manera inicial antes de que finalice el año "para disponer de plazos de ejecución normales para un año completo", según recalcó Barcala. De conseguirlo, sería la primera vez "en los últimos cinco años" que la planificación económica municipal pudiese aplicarse en el arranque del ejercicio (de cumplirse el calendario sopesado por el bipartito, la aprobación definitiva podría producirse en la segunda semana de enero).
Para que la propuesta prospere, PP y Cs necesitan al menos la abstención de alguno de los partidos opositores. Por el momento, al término de las dos rondas de contactos celebradas hasta ahora, PSOE, Unides Podem, Compromís y Vox se han mostrado críticos respecto al avance de las conversaciones, hasta el punto de lamentar la falta de información respecto a las cifras que PP y Cs estarían barajando. Además, también han reprochado a los dos socios de gobierno que no hayan definido cuáles de sus aportaciones se han recogido. Así que nadie ha avanzado un posible apoyo a su propuesta. Más bien, todo lo contrario. Tanto PSOE como Unides Podem han planteado una línea roja irrenunciable común: no apoyarán el presupuesto si el bipartito no retira la ordenanza de convivencia cívica, ahora en fase de tramitación, tras la presentación de propuestas de modificación por parte de los grupos opositores. Además, el PSOE también ha reclamado que el bipartito reorganice la Concejalía de Acción Social en dos áreas distintas para mejorar su eficacia en la respuesta a la crisis generada por la pandemia del coronavirus: Emergencia e Inclusión Social, por un lado, y Servicios Sociales, por otro.
El bipartito insiste en programar la entrada en vigor de la cuentas en la segunda mitad de enero para tener un año para ejecutarlas "por primera vez en los últimos cinco años"
¿Qué se conoce del borrador del presupuesto? Básicamente, que trata de ajustarse a las 105 medidas pactadas en el dictamen de la comisión de la reconstrucción, el pasado julio. Así, el propio Barcala insistió este viernes en que la propuesta se basa en los tres ejes ya conocidos: el eje de prevención sanitaria, el eje social y el eje económico. Y añadió que, antes que las inversiones, la prioridad es la concesión de ayudas, tanto para atender necesidades de colectivos vulnerables como para facilitar la recuperación de pymes y autónomos que conforman el tejido productivo local. En ese paquete se incluirían tanto subvenciones directas como bonificaciones y exenciones, además de la concesión de microcréditos sin intereses o el estudio del bono-cheque demandado por el comercio.
Respecto a la ejecución de proyectos, solo se ha anticipado que se podría mantener la misma cifra de inversiones ordinarias que en el presupuesto de 2020, en torno a 17 millones: una suma a la que habría que añadir el remanente de 2019 (19 millones) y el que se concrete al liquidar el ejercicio de 2020 (se estima que al menos otros 10 más), entre los meses de marzo y abril. Sin embargo, no ha trascendido para qué proyectos concretos podría consignarse fondos, más allá de que se priorizarían las iniciativas cofinanciadas por la UE para no perder el porcentaje de subvención o las obras que ya estén en ejecución.
En todo caso, fuentes del bipartito sí aseguraron este viernes que en la confección de ese borrador "se ha incorporado el 90% de las peticiones formuladas por los grupos de la oposición que llegaron en tiempo". "Posiblemente, no se han reflejado todas con el alcance o la forma concreta que han reivindicado, pero sí se han tenido en cuenta y se han presupuestado en la línea en lo que lo han solicitado", según las mismas fuentes. "Cuestión diferente es que planteen líneas rojas o condiciones que no tienen nada que ver con la negociación de un presupuesto, porque quieran hacer política en lugar de hacer ciudad, pero en ese caso tendrán que posicionarse y argumentar bien porque rechazan lo que han solicitado", apostillaron.