PP y Vox aprueban en Elche el reglamento de cooficialidad, PSOE y Compromís denuncian diglosia 

ELCHE. El bipartito de PP y Vox en Elche han aprobado en solitario el reglamento de cooficialidad lingüística que ya presentaron meses atrás, y que PSOE y Compromís han votado en contra al entender que no refleja la realidad minoritaria del valenciano y situación de diglosia. El ejecutivo, a través del alcalde Pablo Ruz, ha defendido que el documento aterriza una realidad para garantizar el uso de cada lengua "con libertad".

Ruz argumenta que el reglamento establece que "las dos lenguas, son las propias del municipio de Elche y que será la libertad personal la que determinará en qué momento y para qué se utiliza la que considere". Señala que el mismo tiene que promover, proteger,  y fomentar el uso de ambas, de nuevo haciendo referencia a las cuestiones del anterior reglamento que no se cumplían, como las actas en valenciano del pleno o que la gestión con los técnicos de cara al ciudadano fuera de primeras en valenciano. "Cosa que tampoco se hacía y por supuesto no hubiéramos compartido y nos llevó a cambiar el reglamento. Ya está bien de enfrentarnos y arma arrojadiza". Y defendía que más del 95% de los trámites municipales son en castellano. 

Desde Vox, Aurora Rodil defiende que el reglamento aterriza un pacto de gobierno, y que quieren promocionar "ambas lenguas", señalando que la lengua es un "instrumento de comunicación y la izquierda solo se ocupa de utilizarla como arma arrojadiza". Defiende que la gente se forma en valenciano, pero que después escoge hablar en castellano.  

"Recorte en igualdad"

Por parte de Compromís, más beligerantes en este ámbito, Esther Díez asevera que se recorta en igualdad lingüística, añadiendo que el alcalde defiende el documento de forma sibilina. "Ruz habla de igualdad pero esconde la trampa de siempre, niegan la discriminación real del valenciano. Mientras haya desigualdad, al libertad no puede existir, es de primero de políticas públicas". Para Díez, niegan la realidad existente, y que el valenciano está en minoría en parte por la dictadura y la persecución de la lengua así como la no alfabetización en la misma, lo que se arrastraría hasta ahora. Critica que las cuestiones de las actas son menores y que se han eliminado pequeñas partidas para difusión y promoción del valenciano, además de "no utilizar para nada el logo el valenciano del Ayuntamiento". Para Díez, el reglamento "abandona a su suerte un patrimonio único de las gentes de Elche".

Para los socialistas, asimismo, el reglamento "no protege el valenciano como establece la Constitución y desarrolla el Estatuto de Autonomía de 1982", decía Mariano Valera. Consideran que no había problema hasta que el bipartito ha tocado el reglamento, "donde han rechazado las principales alegaciones porque aludían al anterior reglamento, cuya función precisamente era normalizar el valenciano". Se escudan en que estudios de la Academia Valenciana de la Llengua, El Tempir, UMH o UA aseveran que el valenciano está en retroceso en Elche, que con este reglamento "lo estará más" y que no puede valer el actual "porque pivota sobre un bilingüismo irreal que olvida una minoración". 

Finalmente, previa votación, solo con los votos favorables de PP y Vox, han blandido sus últimos argumentos, ya escuchados durante la presentación del documento. Ruz y Rodil enfatizando en que el PSOE no ha dado ruedas de prensa en valenciano en estos ocho años o que hay que cuidar la riqueza, sabiendo que en Elche hay mucho migrante de España o latino; y Díez o Valera destacando que se han eliminado funciones de la oficina de promoción del valenciano y que el reglamento se ampara en una igualdad que no existe.