Hoy es 24 de noviembre

El 6G no será una realidad hasta, por lo menos, 2030 

¿Por qué se habla ya del 6G cuando el 5G está todavía en pañales?

10/01/2022 - 

VALÈNCIA. Hablamos de tecnologías habilitadoras, es decir capaces de generar nuevos mercados o transformar los ya existentes siempre que se combinen con otras disciplinas. El reto para su validación es, pues, dotarlas de contenido. Por ejemplo, nunca habríamos llegado al IoT sin el desarrollo previo de Internet.

Con el 5G y el 6G pasa un poco lo mismo. Corresponden a la quinta y sexta generación de las redes móviles. Ambas hacen referencia a una conectividad móvil más avanzada, capaz de incrementar la velocidad de transmisión y reducir los tiempos de latencia de manera notable en las conexiones. 

Traducido al mercado de masas, esto puede significar descargarse una película en cuestión de segundos o poder disfrutar de experiencias multimedia inmersivas en el teléfono móvil.

Sin embargo es en la industria dónde se generan las mayores expectativas. El 5G y el 6G se relacionan con la conducción autónoma conectada, con las smart cities, con intervenciones quirúrgicas a distancias, con la robotización perfecta de las fábricas, con el metaverso…y con todo lo que se quiera porque, en realidad, ni el 5G acaba de despegar para demostrar su total potencial ni el 6G existe todavía y no lo hará hasta, por lo menos, 2030.

Su aplicación a la industria

Entonces, ¿por qué hablamos del 6G cuando el 5G está todavía en pañales? Como todas las habilitadoras, son tecnologías intensivas en conocimiento y que podrían inducir a innovaciones disruptivas en diversos sectores de la economía. El problema es que “su desarrollo es lento, exigen un alto grado de investigación y capital hasta que se consigue definir el estándar y posibles aplicaciones. Con el 6G estamos todavía en una fase muy embrionaria, pero conviene empezar a investigarlo ya”, explica Héctor J. Donet, CEO de Fivecomm. 

Fivecomm surge en Valencia con el propósito de trasladar y facilitar la adopción de la tecnología 5G a las distintas verticales de la industria. Para ello cuenta con un equipo de investigadores provenientes del mundo académico cuya experiencia en liderar proyectos de investigación 5G se aprovecha en la compañía para brindar soluciones innovadoras para la industria.

La empresa posee un amplio abanico de verticales en las que implantar su tecnología: logística, telemedicina, agricultura, energía, gestión del agua, seguridad, automoción y medios de comunicación. 

En colaboración con Ford y el Grupo Segura, Fivecomm desarrolla aplicaciones de robótica autónoma conectada para su uso en entornos industriales. También con la participación de otros socios han creado un brazo robótico que permite diagnosticar en remoto el cáncer de piel. Otro caso de uso, en colaboración con Idrica, es el desarrollo del primer dispositivo a escala mundial 5G-NR específico para el sector del agua y su gestión con contadores inteligentes.

Por dónde vamos

Para que el 5G y el 6G alcancen todo su potencial es preciso primero la creación de la infraestructura necesaria. El 5G llegó a España hace más de dos años. Lo hizo de la mano de Vodafone, a la que siguieron Movistar, Orange y MásMóvil. El despliegue para la cobertura del 5G en España se inició en las principales ciudades, dejando de lado pequeños municipios y zonas aisladas del núcleo urbano, muchas de las cuales albergan polígonos industriales. 

Ahora parece que la Comisión Europea ha decidido incentivar también, con subvenciones públicas, la expansión del 5G en zonas rurales, clave para el ejecutivo actual y sus políticas en torno a la España vaciada y el fin de la brecha digital. 

Según algunas fuentes, hoy, el 5G en España representa el 76% de la cuota de cobertura. Hay quien apunta a 2022 como el año en el que veremos finalmente el 5G en todo su esplendor. Puede que en algunos entornos industriales así suceda, una vez que se extienda la banda de frecuencias de 26 GHz, una de las bandas identificadas como prioritarias para el desarrollo de la tecnología 5G junto a las bandas de 700 MHz y 3,5 GHz.

Menos felices se las prometen en el mercado de masas. Solo el 0,2% del tráfico móvil en 2021 en España fue con 5G, correspondiendo el 89,22% del total del tráfico al 4G. Las previsiones aplazan hasta 2027 la fecha en la que el 5G será dominante en el mercado nacional y europeo. Queda pues un buen trecho. Mientras tanto, el 5G convivirá con el 4G, el 3G y el 2G como sucede ahora. Visto el panorama y la lenta transición de una tecnología a otra es fácil entender que se esté hablando ya del 6G como estándar futuro.

La alineación con el interés público

España, por su parte, no quiere perder comba en dicha transición. De hecho, una de las voluntades del ejecutivo actual es aprovechar la baza de la alta red de conectividad existente en nuestro país para liderar proyectos de investigación e innovación en el ámbito del 5G avanzado y del 6G. 

A tal fin destinó hace unas semanas una partida económica de 95,2 millones de euros en ayudas directas a 13 centros, fundaciones públicas de investigación y universidades públicas españolas con el objetivo de que desarrollen 115 proyectos de investigación y de innovación en el ámbito del 5G avanzado y del 6G. A la Universidad Politécnica de Valencia le corresponderían 8,812 millones de euros.

La partida aprobada es ínfima conforme a lo previsto en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Dentro de este, es el componente número 15 el que corresponde a la conectividad digital, impulso de la ciberseguridad y despliegue del 5G para el que se contempla, en su conjunto, una inversión de 3.999 millones de euros. De estos, 1.500 millones serían para implementar el 5G antes de que finalice el año 2025.

También las autoridades regionales están haciendo un esfuerzo por acelerar estas tecnologías, según Donat quien, no obstante, sigue echando de menos la disposición de un espectro radioeléctrico 5G para la industria en general de nuestro país ya que considera que sería un paso muy importante hacia la democratización de esta tecnología.

next
x