Desde el europeísmo más profundo y sincero que comparte la ciudad de Villena, municipio en tierra fronteriza que sabe de la importancia de comunicarse, mezclarse, ir y venir a otras tierras para dar y recibir, seguimos pensando que con motivo del Día de Europa recientemente celebrado se pueden hacer reflexiones para democratizar aún más las estructuras comunitarias, mejorar la participación de las entidades públicas, hacer más eficiente la participación ciudadana y establecer mecanismos de participación y codecisión en todos los ámbitos. Tanto en cuanto a definición de políticas y decisiones, como en la gestión de recursos y fondos. En este 2021 tenemos una oportunidad en los denominados fondos REACT-EU, la partida millonaria de recuperación y reconstrucción que se ha generado como impulso socio-económico contra la crisis de la Covid-19, incluido en el paquete Next Generation.
Podemos y necesitamos desde el municipalismo europeísta poder disponer de parte de estos fondos como administración más próxima y conocedora de los problemas sociales y económicos de muchas empresas de nuestros pueblos y ciudades. España, en este concepto, recibirá 8.000 millones de euros para gastos de sanidad, educación, empresa y política social. Además, de otros 7.000 millones para comercio, turismo, hostelería y apoyo al trabajador autónomo. En total, 15.000 millones de euros cuyo 15%, y en función de la población, podría ser gestionado directamente por cada municipio, tal y como planteó la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
No sólo porque de esta manera se logra una inyección directa a problemas concretos y particulares de cada municipio, sino porque supondría hacer partícipe a los pueblos y ciudades de un ente – muchas veces abstracto y alejado – que se llama Europa. Sería bueno sentirse parte directa, más vinculado, más próximo y más concernido, especialmente cuando soplan vientos ultramontanos contra las instituciones europeas, las políticas de solidaridad y de unión, acosados por nacionalismo rancios, excluyentes, en muchos casos de corte fascistoide. La UE nació para combatir este mal que tanto daño hizo a los europeos. Una mayor participación de todas las administraciones, de la ciudadanía y sus representantes, sería un paso positivo para recuperar parte del espíritu de unión que se ha ido perdiendo desde la crisis financiera de 2008.
Y hay ejemplos, afortunadamente. Limitados y concretos, pero efectivos. Me refiero al acuerdo entre la FEMP y el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico para cogestionar 569 millones de euros en este 2021 procedentes de fondos europeos para proyectos de transición ecológica.
Un acuerdo interesante que requiere de la lealtad institucional de todas las administraciones. Porque el pacto establece una gestión directa en el caso de los municipios de más de 50.000 habitantes, y la participación colegiada con las diputaciones cuando los municipios están por debajo de este umbral de población. Esto que podría ser un sistema adecuado, pero que genera dudas cuando la gestión de instituciones provinciales no responde siempre al criterio del interés general, sino que imponen el del interés partidista. No, no voy a dar por nada por hecho en nuestra provincia, lo dejaré al criterio del tiempo como voto de confianza. Pero si es cierto que no se puede construir una Europa de los pueblos, también es verdad que resulta complicado construir una provincia sin sus ayuntamientos. Mejor sumamos. Mejor nos sumamos.
Fulgencio Cerdán, alcalde de Villena y diputado provincial