El club abonó la semana pasada la nómina de marzo a la primera plantilla, pero se la adeuda a un buen número de empleados que esperan que lo que se ingrese a lo largo de la semana se destine a pagarla
ALICANTE. La afición está de uñas y lo confirma con su respuesta en el primer día de venta de entradas.
Muy pocos acudieron este martes a las oficinas del club en el Martínez Valero a retirar su entrada conjunta para los encuentros ante el Mallorca y el Hércules, hasta el punto que desde la entidad declinaron ofrecer datos a este medio aunque insistían en que se confía firmemente en que con el paso de los días la cosa cambie.
Los ánimos siguen muy caldeados entre la masa social con las dos jornadas económicas decretadas (más por el gesto que por los precios) por un consejo de administración del Elche desde el que, en declaraciones recogidas por Efe, apuntan que "si los dos partidos hubieran estado más separados no habría habido problemas", al tiempo que lamentan la más que probable pérdida de ingresos de cara al partido ante el Hércules, dada la mala trayectoria del equipo blanquiazul que frenará el desplazamiento masivo de seguidores del eterno rival.
El que empleados de oficinas, utilleros, servicios médicos y jugadores del filial, entre otros, tengan pendiente el cobro de la nómina de marzo hace pensar que lo que se obtenga a lo largo de la semana por la venta de entradas se destinará a saldar esas deudas. Desde luego, ese es el anhelo que expresan muchos de ellos.