ALCOY. El Ayuntamiento de Alcoy va a llevar a cabo un ‘rebacheo’ del firme de la plaza Al-Azraq, una actuación encaminada a mejorarlo para su día a día y, especialmente, solucionar los problemas que presenta cuando llueve, puesto que se forman grandes charcos, con los consiguientes inconvenientes que generan teniendo en cuenta que se utiliza como aparcamiento. La Junta de gobierno ha aprobado la memoria valorada de las obras de reparación de este firme, por un presupuesto de 17.215,36 euros y ahora se buscará empresa para su ejecución, tal y como ha avanzado el concejal de Obras y Servicios, Jordi Martínez.
El concejal del PP Santi Carbonell había denunciado recientemente el estado “impracticable” cada vez que llueve, con“grandes charcos que impiden circular con normalidad a coches y peatones”, y además “nos parece vergonzoso que a día de hoy la reurbanización de esta plaza esté todavía en standby”.
Y es que, si echamos la vista atrás, nos encontramos con un espacio de cerca de 29.000 metros cuadrados, que lleva pendiente de una reordenación desde los años setenta del siglo pasado. Muchas han sido las propuestas para un espacio que se considera estratégico por su ubicación, uniendo los barrios del Ensanche y Zona Nord, y siendo lugar de paso para salir de Alcoy en dirección Valencia a través del casco urbano. El PP, en su etapa de gobierno municipal, planteó un edificio de viviendas, aparcamientos y zonas verdes en esta plaza, una propuesta que no pasó de ser una declaración de intenciones.
Ya con gobierno del PSOE, en 2018 se redactó un Plan de Reforma Interior (PRI) de la plaza Al-Azraq, que planteaba tres espacios diferenciados. En el área que ocupan las ‘aulas verdes’, que pertenecieron al colegio Miguel Hernández, se planteaba construir más de 200 viviendas, que se completarían con aparcamientos subterráneos fijando hasta 350 plazas. Mientras, recogía el dejar espacio dotacional que poder destinar a uso educativo, y una zona verde en el centro de la plaza. Hay que tener en cuenta que en la plaza se encuentra también el cuartel de la Guardia Civil y el edificio de los antiguos Juzgados, que el Ayuntamiento quiere destinar a Servicios Sociales.
Esta propuesta no gustó a la asociación de vecinos del barrio de Zona Nord, que alegaron al considerar que estaba muy alejada del resultado del proceso participativo que se había llevado a cabo y que apostaba por zonas verdes, aparcamientos subterráneos, por dotaciones educativas o culturales, y por servicios para la ciudadanía y para fomentar un uso social, con espacios polivalentes para deportes, juegos, ocio... En cuanto a la construcción de viviendas, consideraban que no era una necesidad urgente y que cuando llegara el momento apostarían por las cooperativas o fórmulas más sociales. Unos tres años después de que presentaran las alegaciones, el proceso ha quedado estancado.