Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. La diputada de Ciudadanos en Les Corts, Mamen Peris, anunció este viernes su intención de presentarse a las primarias de la formación para liderar el proyecto del partido naranja en Valencia. Un anuncio en el que trató de evitar en todo momento aclarar si lo que pretende es ser la candidata a la Generalitat Valenciana de cara a las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo.
Junto a ella, el ex subdelegado del Gobierno en Alicante, José Miguel Saval, también comunicó que haría lo mismo pero para encabezar la lista por Alicante. Quien fuera también director general de Universidades en la Conselleria de Educación en la época de Maria José Catalá tampoco aclaró si sus aspiraciones pasan por lograr ser él el candidato de Cs para las elecciones autonómicas de 2023.
Los anuncios, la forma de trasladarlos a la prensa y cómo se convocó a los medios para colocar un mensaje especialmente difuso han descolocado por completo al partido de Inés Arrimadas en la Comunitat Valenciana, pero también a su grupo parlamentario en Les Corts. De hecho, ninguno conocía las intenciones de la diputada autonómica y tampoco han quedado claras después de la rueda de prensa. Recuerdan, además, que la formación no tiene convocadas sus primarias, ni tampoco existe siquiera aún un calendario para celebrarlas.
Ahora bien, a pesar de la ambigüedad de sus palabras, la diputada expuso que desde que se anunció que Cs celebraría primarias "muchos afiliados" le han pedido que diera un paso adelante. "Hay personas muy válidas y queremos dar un paso adelante por el centro. Es momento de aunar esfuerzas, cerrar fisuras y centrar a todos los afiliados en un mismo objetivo. Este es el mayor reto de mi carrera y vamos a darle la vuelta a la Comunitat Valenciana", concluyó.
Un mensaje del que no son pocos los que deducen que la diputada ambiciona a competir por ser la candidata de Cs a la Generalitat. Algo que no ha sentado nada bien porque se da por hecho que María Muñoz será la apuesta del partido para tratar de salvar los muebles en la Comunitat de cara a las elecciones autonómicas de 2023 y aprovechar el tirón electoral que pueda tener el hecho de ser mediáticamente más conocida por ser diputada en el Congreso en esta legislatura.
En Ciudadanos insisten en que el partido se encuentra inmerso ahora mismo en un proceso de refundación, que todas las aportaciones de sus afiliados son bienvenidas y que lo primero en lo que se deben centrar es en celebrar la Asamblea General extraordinaria que servirá para refundar las siglas naranjas. Apuntan que cuando exista un horizonte temporal claro respecto al calendario de primarias, seguirán las directrices que marque el nuevo secretario de Organización, Carlos Pérez Nievas.
Ahora bien, a pesar de la tranquilidad de puertas hacia fuera, el anuncio ha provocado más de un ataque de nervios a la interna y que la cuestión se haya tratado como una crisis de manual. La diputada convocó a los medios de comunicación a través de sus propios contactos particulares -los que tiene tras cuatro años en el Parlamento y otros cuatro en la Diputación de Valencia-, pues la rueda de prensa no era oficial de Ciudadanos. Eso provocó que ni todos los medios fueran avisados, ni estuvieran presentes, por lo que la afluencia a la cita fue escasa.
Pero más allá de esto, la convocatoria se remitió en la tarde noche del jueves, lo que motivó que en el propio grupo parlamentario de Ciudadanos ya se activaran todas las alarmas porque desconocían qué iba a anunciar su compañera de escaño. Momentos antes del encuentro con la prensa, incluso, la dirección del grupo que dirige Ruth Merino en Les Corts mantuvo una reunión en la que se barajó arrebatarle la portavocía adjunta del grupo parlamentario a la diputada. Mamen Peris es síndica adjunta desde que Merino fue nombrada portavoz de los naranjas en la Cámara. Un puesto por el que se percibe un plus de en torno a 1.000 euros mensuales.
El amago, sin embargo, quedó simplemente en eso, pues tan solo era un recurso a emplear en función de cómo de crítica fuera su intervención con Ciudadanos. Sin embargo, tanto ella como Saval rechazaron la idea de que Arrimadas tuviera que dimitir y en su lugar opinaron que debe acabar con el proceso de asamblea extraordinaria para reflotar el partido. Por el momento, el hacha de guerra se ha guardado. Pero por el momento.
