De lo particular a lo universal: voces LGTBIQ+ en la literatura contemporánea

VALÈNCIA. La realidad del colectivo LGTBIQ+ es un relato de relatos, una historia con un pilar compartido que, sin embargo, se amplía con las experiencias individuales, marcadas por la experiencia propia, el contexto social y político y el espacio geográfico. Es la literatura, como para tantas otras cosas, una de las grandes ventanas que permite a los lectores tanto verse reflejados como acercarse a realidades desconocidas. En este Día Internacional del Orgullo, que conmemora  de los disturbios de Stonewall de 1969 contra el acoso policial, nos sumergimos en algunos de los relatos cosidos por distintas voces de la literatura contemporánea, un viaje por las páginas que continúan escribiendo el relato del colectivo LGTBIQ+.

Hace poco más de un año que Alana S. Portero debutaba con su primera novela, La mala costumbre (Seix Barral), y menudo viaje ha sido para la autora. Su publicación va cada vez más acompañada de la palabra “fenómeno”, un viaje que ha llevado a miles de lectores a sumergirse en un barrio de San Blas que nos dibuja desde el mimo de la solidaridad vecinal a la crudeza de una época marcada por el consumo heroína. “Escuchar a los adultos hablar de las personas diferentes dejaba marcas que no se borraban nunca”. Esta es una esas frases que marcan el relato de la protagonista de La mala costumbre, una niña atrapada en un cuerpo que no sabe habitar, que intenta comprenderse a sí misma y al mundo en el que vive. Portero dibuja un lienzo que va desde ese San Blas obrero a las noches clandestinas del Madrid de los noventa, un relato que habla de dolor sin renunciar a la esperanza y que se ha convertido ya en un imprescindible.

También de volver a los orígenes habla La mancha (Plaza & Janés), la primera novela del periodista Enrique Aparicio y una de las novedades editoriales a tener en cuenta en este 2024. La historia narra el regreso de Valentín a su pueblo, Baratrillo de la Mancha, tras no encontrar trabajo en un Madrid marcado por la crisis económica, un regreso en el que tendrá que enfrentarse a su mochila emocional y que también habla de recuperar la memoria de quienes habitaron los márgenes. 

Tras el éxito de Napalm al cor, Premio Anagrama 2021 y adaptada al teatro por el dramaturgo Oriol Puig Grau, el joven Pol Guasch ha regresado a las librerías este año con Ofert a les mans, el paradís crema (Anagrama). En él relata la historia de amistad entre Líton y Rita, sus primeros amores y el descubrimiento del sexo en un mundo que no parece estar hecho para ellos. Con la crisis del VIH en los años 80 como telón de fondo, aunque no tratado de manera explícita, Guasch plantea un relato poético que recorre las tensiones de una unión que es vital para Líton y Rita, una amistad con la que se juegan sobrevivir o no a la tierra quemada.

El deseo y la fricción en la búsqueda de una identidad marca los relatos de dos escritoras como Sabina Urraca o Irene Klein. En el caso de la primera, en su última novela, El celo, habla de la pérdida del deseo por la relación abusiva con un hombre; pero también de la recuperación del mismo a través del reflejo animal entre una humana y una perra. Un deseo que, de alguna manera, contamina el día a día de la protagonista. La escritora reconoce que sus protagonistas son bisexuales por defecto: "Supongo que porque yo soy bisexual y para mí es una convicción muy profunda y una forma de vivir. No solo la sexualidad o el amor, sino mi propia identidad. Eso también se lo doy a mis personajes; porque, de alguna forma, para mí es lo normal, es lo neutro, un punto de partida natural".

Algo similar ocurren en Les Absències, el libro de relatos de Irene Klein Fariza que ganó el Premi València Nova del Institut Alfons el Magnànim. "Podría haber problematizado la orientación sexual, pero no quería hacerlo. He querido, no sé si desde un idealismo mío, darme la licencia de pensar que la vida es bisexual y ya está". Los personajes de Les Absències viven situaciones de cambio de ciclos, siempre relacionados con la pérdida. Pero desde ellas o en su biografía, se cuentan con una naturalidad que se echa de menos en el panorama literario historias de exploración de la sexualidad.

Tras publicar su novela sáfica, Lo que hay, Sara Torres vuelve con un relato de amor entre mujeres con La seducción (Reservoir Books), un libro en el habla de las herramientas y armas de seducción dentro de la pareja. La redefinición del concepto de “la seducción” pasa por la vivencia de dos mujeres: una joven fotógrafa y una escritora que comparten el espacio y tiempo necesario para querer acercarse entre ellas, aunque siempre con temor al rechazo. Jugando con elementos externos al relato, como la comida o los animales, Torres retrata dos perfiles que buscan vivir su amor libremente y que se plantean sus propios dilemas personales, ajenas a la discusión social que pueda provocar una pareja de dos mujeres con una gran diferencia de edad.

Una mirada al mundo 

Y del barrio de San Blas o La Mancha a Senegal, Chile o Estados Unidos. En Purs homes, publicado en 2018 y editado este año por Més Llibres, el escritor Mohamed Mbougar Sarr hace una durísima y certera radiografía sobre cómo el sistema usa el miedo para aislar al diferente, una homofobia institucional que limita sus conexiones familiares, laborales o su presencia en el espacio público hasta ahogar su existencia. Todo comienza cuando el senegalés Ndéne Gueye, un joven profesor de literatura, ve un vídeo viral en el que se observa a un grupo de hombres desenterrando un cadáver del cementerio. La perturbadora imagen hace que Gueye comience a investigar sobre la identidad de esta persona, un camino que le lleva no solo a descubrir su historia sino a desentrañar las artimañas invisibles que expanden el odio.

Heredera del mejor Lemebel, ha llegado a España Cuerpos para odiar, de Claudia Rodríguez, un retrato crudo de la vida de las travestis que pone negro sobre blanco la discriminación y violencia que enfrentan. Los relatos, crónicas y confesiones tuvieron primero forma de fotocopias en los años 2013, 2014 y 2022, Rodríguez utiliza la corporalidad para hablar de la represión policial, la pandemia y la solidaridad travesti. La autora, referente del movimiento trans latinoamericano con una larga trayectoria en activismo y formación en derechos humanos, desafía el status quo en el fondo pero también en la forma, a través de la insurrección a la ortografía, acercando -a través de este libro- la literatura a la cultura del fanzine.

En este recorrido también hay lugar para la ilustración. Carla Berrocal construye ese relato que nunca ha leído y querría haberlo hecho con el cómic La tierra yerma (Reservoir Books), una historia western protagonizada por dos mujeres lesbianas que luchan y defienden sus propios territorios, tanto físicos como emocionales. Basándose en la película Horizontes de grandeza, de 1958, Berrocal sustituye a los protagonistas por unas mujeres que no solo luchan, sino que también se enamoran y saben salir de las cantinas y pelear “por lo que lo haría un hombre”. Para potenciar un discurso firme y feminista dentro de la obra, estas mujeres se enfrentan también a “Los Ellos”, un grupo de enmascarados que personifican a la definición de hombre violento y territorial que no les permite vivir su vida con tranquilidad.

Por su parte, basándose en el famoso ¿Dónde está Wally?, Diego Blanco publica Queer (junto a The Quarto Group) un libro-cuadernillo que repasa la historia de la comunidad LGBTIQ+ estadounidense y que juega con la idea del escondite para contar la vida e historia de los personajes emblemáticos que la componen. Para ello, el libro se nutre de descripciones de la vida de personajes de la cultura pop, como Beyoncé o de escritores como Oscar Wilde, y muestra un glosario de terminología queer para ubicar al lector con términos como “persona cis” hasta “género no binario”.