ALCOY (EFE). El entrenador del Alcoyano, Vicente Parras, afirmó que el vestuario de su equipo, tras los tropiezos ante el Barcelona B y el Atlético Baleares, se encuentra "con rabia" y preparado para afrontar un partido ante el Linares en el que se juegan algo más que tres puntos, ya que las derrotas les han sacado de los puestos de promoción de ascenso.
"La rabia es producto de la impotencia. Hemos hecho dos buenos partidos, pero no hemos sabido cerrar el marcador. Han sido dos buenos partidos y sería muy importante trasladar esa fuerza que ahora mismo hay en el vestuario a nuestro partido de mañana", destacó.
El técnico ha apelado al ambiente que se vivirá en El Collao, donde se espera una buena entrada de aficionados como sucedió hace un par de semanas contra el Barcelona B. "Seguramente habrá un buen ambiente, circunstancia que nos beneficia. Para nosotros jugar en El Collao es un chute de energía que los jugadores notan. La afición es consciente del esfuerzo que estamos haciendo y nuestras circunstancias. Quizás nos está faltando algo de regularidad, pero si la hubiéramos tenido ahora estaríamos entre los tres primeros del grupo", advirtió.
Del Linares, Parras consideró que, con más continuidad, su situación en la tabla sería muy distinta, asegurando que esa posición en puestos de descenso es "relativa" por contar con dos partidos menos disputados.
"Con tanto partido aplazado hace que la clasificación no sea real y hasta engañosa en algunos equipo. El Linares es un rival muy parecido a nosotros en cuanto a objetivos. En esta liga se ha demostrado que a un partido cualquiera le gana a cualquiera", agregó.
Por su parte, el centrocampista Javi Antón, reconoció que están "fastidiados" por las dos últimas derrotas, pero que ganar este partido es muy importante para dejar atrás a un rival directo, que quedaría a trece puntos, a pesar de sus dos partidos menos disputados.
Javi Antón habló de salir ante el equipo andaluz "a disputar cada minuto desde el primero" con la única intención de conseguir los tres puntos. "Será un partido muy complicado porque ellos también se juegan mucho, pero nosotros jugamos delante de nuestra afición y hemos de ir al doscientos por ciento, sin confianzas", admitió.
El canterano confía que El Collao mañana sea de nuevo "una olla a presión" y que ayude al equipo a conseguir reencontrarse con la victoria.