En este sentido, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, dejaba claro ayer en Sintra (Portugal) que la fortaleza del mercado laboral permite a la institución tomarse tiempo para recopilar nueva información. Asimismo, el economista jefe del BCE, Philip Lane, también consideraba hoy que el bajo nivel de desempleo en la zona euro permite a la entidad tomarse el tiempo necesario para confirmar que los riesgos al alza para las presiones inflacionistas están verdaderamente contenidos.
"La urgencia no está ahí", ha subrayado Lane ante la ausencia de presión en el mercado laboral, ya que la razón tradicional para realizar recortes rápidos de tipos es que se vea una economía debilitada y un aumento del desempleo ante el que es necesario actuar con rapidez. De este modo, la lectura de mayo de la tasa de desempleo de la eurozona se ha situado un punto porcentual por debajo del nivel previo a la pandemia, ya que en febrero de 2020 el desempleo entre los países del euro era del 7,4%.
La oficina estadística europea calcula que 13,2 millones de personas carecían de empleo en la UE en el quinto mes de 2024, de los que 11,07 millones se encontraban en la zona euro. Esto supone un aumento mensual de 13.000 desempleados en la UE y de 38.000 en la zona euro, mientras que en comparación con mayo de 2023, el desempleo creció en 163.000 personas en la UE y en 3.000 personas en la zona euro.
Según los datos de Eurostat, entre los Veintisiete, las mayores tasas de paro en mayo correspondieron a España, con un 11,7%; Grecia, con un 10,6%; y Suecia, con un 8,4%. Por el contrario, las menores cifras de desempleo se observaron en Chequia, con 2,7%; Polonia, con 3%; y Malta y Eslovenia, ambos con 3,2%.
En el caso de los menores de 25 años, la tasa de paro de la zona euro se situó en mayo en el 14,2%, en línea con el mes anterior, mientras que en el conjunto de la UE fue del 14,4%, una décima menos. En términos absolutos, el número de jóvenes desempleados en la UE alcanzó en el quinto mes del año los 2,828 millones de personas, de los que 2,287 millones correspondían a la eurozona.
En el caso de España, en mayo de 2024 se contabilizaron 2,861 millones de personas sin empleo, de las cuales 478.000 eran menores de 25 años. De esta forma, la tasa de paro de juvenil de España fue del 26,6%, la más alta entre los Veintisiete, por delante del 24,1% de Suecia, del 23,8% de Grecia y del 23% de Portugal.